Para visualizar los riesgos globales dinámicos e interconectados de los rápidos cambios climáticos, la Aldea de Colaboración Global del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) lanzó un nuevo entorno de realidad inmersiva: el centro de puntos de inflexión polar.
A través de tecnología de próxima generación, el centro transporta a los tomadores de decisiones a este entorno de difícil acceso para catalizar la acción colectiva sobre un tema que afecta a todos los humanos del planeta hoy.
Al navegar por este reino virtual, los usuarios pueden profundizar en entornos que a menudo están fuera de su alcance en el mundo físico, obteniendo una comprensión profunda de los impactos significativos de los puntos de inflexión climáticos.
“Una perspectiva tan inmersiva sobre los hechos y los riesgos asociados con el calentamiento polar brinda a los tomadores de decisiones la claridad y urgencia necesarias para iniciar la acción colectiva”, dijo el WEF.
Afirman que la capa de hielo marino del verano ártico continúa disminuyendo y los científicos podrían prever un verano sin hielo en la década de 2030.
“Esta disminución intensifica los fenómenos meteorológicos extremos en todo el hemisferio norte debido al debilitamiento de la corriente en chorro”, explicó.
Debido a que la pérdida de hielo marino reduce la capacidad del Ártico para reflejar la luz solar hacia el espacio, también acelerará el calentamiento global. Esto, a su vez, corre el riesgo de desencadenar un efecto dominó de otros puntos de inflexión climáticos.
El WEF destacó que el derretimiento de Groenlandia ya contribuye significativamente al aumento del nivel del mar, y aunque la Antártida ha sido conocida como gigante dormido porque su respuesta al cambio climático ha sido históricamente más lenta que la del Ártico, este año, la extensión del hielo marino antártico es una anomalía, y alcanza un mínimo histórico: ha perdido 1.5 millones de kilómetros cuadrados en comparación con el año anterior.
El hielo marino antártico protege las plataformas de hielo, las capas de hielo y los glaciares del océano, de la erosión causada por el viento y las olas, ayudando a evitar el derretimiento del hielo en tierra y, por tanto, el aumento del nivel del mar.
En este contexto, los cambios se están acelerando realmente en la Antártida y aún no se sabe si esto es una señal de que el calentamiento antropogénico está llegando a la Antártida, de la misma manera que hemos estado viendo en el Ártico.
Estos recientes descensos extremos del hielo marino en la Antártida sugieren que podrían estar cambiando el rumbo.
EDD