Consciente del impacto que puede tener la extracción de minerales, la empresa fabricante de cables Ekabel está apostando por el reciclaje de hasta 99 por ciento del cobre de los cables eléctricos y así evitar el impacto ambiental que genera la extracción de estos minerales a través de la minería.
El director de Electrical and Communication System en Ekabel, Gustavo González, destacó que para extraer una tonelada de cobre, se necesitan procesar 99 toneladas de mineral, por lo que es una suma importante del tajo de la mina que debes extraer para poder lograr conseguir una tonelada de cobre.
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A esto se suma que además de procesar el cobre, es necesario transportar e invertir “una gran cantidad” de energía para conseguir la materia prima y generar el cable, lo que implica una cantidad de pasos previos antes de fabricar el cable eléctrico que como consecuencia genera un impacto en el medio ambiente.
En entrevista con MILENIO, el directivo explicó que actualmente existen 347 millones de toneladas métricas de desechos de aparatos electrónicos en el planeta y sólo 17.4 por ciento se recicla y se desecha de manera correcta. Dentro de este número, solo 2 por ciento corresponde a cables.
Se calcula que el mercado global de reciclaje de e-waste (basura electrónica), es de 58 mil 850 millones de dólares, pero podría ser mayor. Además, hacerlo podría evitar la emisión de 15 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivale al ahorro de 1.5 millones de vueltas al planeta en auto.
“Es por ello la importancia y creo que es responsabilidad de todas las empresas y de todos los individuos a nivel mundial, de estar en sintonía y montarnos en esta ola del proceso de reciclaje”.
Gustavo González, agregó que cada vez que queremos procesar o reciclar cables, ya cuando tienen su aislamiento, se puede recuperar de un cable reciclado desde 94 a 99 por ciento de cobre, mediante máquinas industrializadas y obviamente con la pureza que se mantiene en 99 por ciento.
Añadió que una máquina puede procesar hasta 10 mil kilogramos o 10 toneladas por hora de cables eléctricos, con lo cual es bastante eficiente, no obstante, el problema es cómo llega ese cable a las plantas recicladoras, lo que es el mismo problema del e-waste (basura electrónica) porque muchas veces es costoso retirar el cable de las instalaciones eléctricas de las edificaciones y llevarlos a procesar, pero genera menos impacto que ir a una mina y extraerlo, por lo que se vuelve fundamental el reciclaje.
“Nosotros como fabricante de cables, simplemente en los procesos de fabricación siempre hay desperdicio, ese desperdicio se le envía nuevamente a empresas que se encarga de refundir el cobre, volverlo a procesar para entregarnos a nosotros el alambrón de cobre”.
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Insistió en que el tema es qué tan eficientes pueden ser y qué tan alineados están para tener un desarrollo sostenible para 2030 de acuerdo con lo establecido en la Organización de las Nacionales Unidas (ONU) en 2016.
Agregó que cada vez más empresas están alineadas con la economía circular, por lo que los cables se hacen con mejores diseños con lo que se puede asegurar que la vida útil del cable sea más alta, de 45 años aproximadamente, sin embargo es necesario contar con una política como en otros países para impulsar el acopio y reciclaje de minerales como el cobre y otros que tienen mucho valor y que se encuentran en dispositivos electrónicos.
GSMM