La reforma energética trajo para Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) un escenario de dos aristas, porque mientras que en la venta de combustible a las aerolíneas perdió 47 por ciento del mercado, en donde era el único actor, a la vez ganó en el negocio adicional de renta de sus instalaciones para el almacenamiento de combustible a sus competidores, por lo cual tiene un plan de inversión mayor a 600 millones de pesos.
En entrevista con MILENIO, el director de combustibles de ASA, Mauricio Arellano, informó que en la comercialización de turbosina tienen una participación de 53 por ciento, mientras que el restante porcentaje se divide entre cinco empresas que han entrado a este negocio, siendo una de ellas la petroquímica española Repsol.
Con la puesta en marcha de la reforma energética, este organismo gubernamental dejó de ser la única empresa que puede vender combustible a las aerolíneas, lo que despertó el interés de otras compañías nacionales y extranjeras por este mercado.
ASA, organismo descentralizado del gobierno federal, que opera y administra 19 aeropuertos del sistema aeroportuario nacional, tiene presencia en los 62 aeropuertos del país por la turbosina e infraestructura adicional para otras actividades.
Uno de los grandes cambios que trajo la reforma fue el hecho de que la entidad pueda ofrecer sus instalaciones de almacenamiento para rentar a las otras firmas que comercializan el combustible, ya que ellas no tienen esa infraestructura.
Arellano afirmó que ASA tiene 53 por ciento del mercado de combustibles que se vende “pero toda la turbosina se mantiene en nuestras instalaciones”.
Por ello el funcionario informó que ASA tiene un plan de inversiones mayor a 600 millones de pesos para incrementar su capacidad de almacenamiento; actualmente tiene 60 complejos para guardarla.
De esa cifra, 500 millones de pesos son para desarrollar proyectos en los aeropuertos de Cancún y Los Cabos.
Señaló que igualmente en las terminales pequeñas, como las de Ciudad Juárez, Bajío, Oaxaca, Puebla y Chetumal, buscarán incrementar su capacidad de almacenamiento de turbosina, para lo cual invertirán aproximadamente 100 millones de pesos.
El cobro por el almacenamiento en las instalaciones comenzó este año, cuando se establecieron los precios, y eso le ha permitido a ASA aumentar las inversiones y los trabajos de mantenimiento en sus instalaciones, afirmó.
Mencionó que están trabajando en un plan de inversiones con la Secretaría de Hacienda de 45 millones de pesos para reducir el tamaño de sus instalaciones de almacenamiento de turbosina en terminales como Tehuacán y Minatitlán, ya que de esta forma se acoplarán a las necesidades del mercado y podrán bajar sus costos.
En el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México ASA tiene 24 millones de litros de capacidad de almacenamiento, “mientras que en estas terminales más pequeñas hablamos de instalaciones que van de entre 40 mil y 60 mil litros y otras de 80 mil a 160 mil litros, indicó el director de combustibles de ASA.
Anterior a la apertura del mercado, cada día abastecía más de 11.2 millones de litros de combustible.
13.7% Subió la atención de pasajeros en los aeropuertos de ASA de enero a agosto pasados en comparación con el mismo periodo de 2018.
2.2 Millones de viajeros fueron atendidos en las 19 terminales aéreas de ASA en el periodo de referencia, contra 1.9 millones de enero a agosto de 2018.