Reemplazar el Tetra pack, un reto ambiental

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La innovación de Tetra Pak en 1952 superó la botella de vidrio, pero hoy se necesita un envase más ecológico.

La conciencia del consumidor sobre los desechos plásticos está aumentando marcadamente.
JOHN GAPPER
Ciudad de México /

El modesto cartón de leche ha sido parte de nuestras vidas durante tanto tiempo que es fácil olvidar que fue una maravilla cuando apareció por primera vez en 1952. La tecnología de Tetra Pak convirtió en multimillonario a Hans Rausing, descendiente de la familia fundadora de la compañía sueca. 

Las cajas de Tetra Pak, que se componen de capas de cartón y polietileno, pronto desplazaron a las botellas de vidrio debido a que eran mucho más ligeras y se podían almacenar y distribuir fácilmente. A esto le siguió un cartón aséptico, con una capa de hoja de aluminio que permite que la leche tratada al calor permanezca fresca.

 Pero todas las tecnologías tienen un inconveniente, y Rausing murió cuando los contras de los plásticos se volvieron terriblemente evidentes. Los tiraderos están llenos de botellas y cartones, y trillones de piezas de plástico flotan en los océanos. ¿Qué pasa con los 189,000 millones de contenedores de Tetra Pak que se fabricaron el año pasado cuando se desechan?

Los fabricantes de cartones como Tetra Pak y SIG Combibloc están lejos de ser los únicos que contribuyen al enorme crecimiento de los volúmenes de residuos de empaques. De cierta manera, ellos alientan el reciclaje. Pero el aumento del cartón muestra lo complejo y difícil que es el reto ambiental.

 El caso de los cartones es sencillo: tal vez son mejores que las alternativas. Son fáciles de transportar y un estudio de los fabricantes de cartón encontró que tienen 78% menos impacto climático que las botellas de vidrio. También contienen 75% de papel y solo 20% de plástico.

 Cuando se recogen y se devuelven a un molino especializado, también son bastante reciclables. Sus diversas capas se separan en fibras de plástico, papel y aluminio cuando se trituran hasta convertirlas en líquido, lo que permite que la fibra de plástico se mezcle con pulpa de madera virgen y se convierta en cajas de cartón, pañuelos y productos similares.

 Los cartones también son propensos a una paradoja más amplia: a medida que avanzan las economías, las personas suelen reciclar más, pero también consumen más. Por ejemplo, la tasa general de reciclaje de empaques de Croacia en 2016 fue de 55%, contra 71% de Alemania, pero el consumidor alemán promedio generó cuatro veces más residuos de envases que el croata promedio.

Esta es una perspectiva aterradora en el mundo. McKinsey & Co, la firma de consultoría, estima que China va a representar 28% del mercado global de envases para 2022, mientras que las economías emergentes, como Vietnam, sufren un desecho generalizado no solo de botellas de plástico, sino de cajas de cartón. 

Asimismo, el cartón es más fácil de reciclar que el plástico, o el 4% de aluminio que contienen los envases asépticos. En teoría, las fibras de plástico y aluminio que emergen de los cartones viejos pueden servir para otros usos, el metal puede convertirse en material para tejas, mientras que el polímero se puede fundir en gránulos para calentar gas o vapor. 

En la práctica, esto solo ocurre de manera irregular y, como se expresó en un estudio, “el reciclaje completo en el sentido estricto actualmente no es factible para los envases de cartón de bebidas”. Una caja está cuidadosamente pegada y construida, a menudo con una tapa de plástico y un popote fijado; lo que Tetra Pak unió no se puede separar fácilmente.

La conciencia del consumidor sobre los desechos plásticos está aumentando marcadamente, gracias a las campañas contra la contaminación del océano. Pero a la gente todavía le gusta la comodidad de los cartones y los muchos beneficios que ofrecen, incluido el acceso a leche fresca y jugo en países sin cadenas de suministro sofisticadas ni refrigeración.

 Esto significa que las empresas como Tetra Pak necesitan hacer más para que sus productos no solo sean útiles sino también sustentables. En el corto plazo, eso implica vínculos más fuertes con las plantas de reciclaje y las empresas de residuos en el mundo. El año pasado, Tetra Pak llegó a un acuerdo de asociación con Veolia, el grupo francés de gestión de residuos, para reciclar más fibras de polímero y aluminio de los cartones para uso industrial en Europa.

 Junto con otros fabricantes de cartón, también aumenta su uso de materias primas recicladas y aprobadas para el medio ambiente, como la pulpa de madera de bosques certificados. A largo plazo, la compañía enfrenta un enorme desafío tecnológico para lograr lo que califica como su objetivo final: construir cajas de cartón a partir de materiales renovables en su totalidad, los cuales incluyen plástico reciclado. Los cartones ya no necesitarán nuevos suministros de polímero de las refinerías de gas y petróleo.

 Parece poco probable, pero la innovación en la ciencia de los materiales fue lo que originalmente permitió que surgiera el cartón de leche. Eso también tardó mucho en perfeccionarse desde la primera idea de crear un cartón de papel tetraédrico en 1944 hasta la fabricación de envases asépticos 17 años después.

 La caja de cartón multicapa resultó ser una invención mucho más útil de lo que los Rausing se dieron cuenta en ese momento. Pero, al igual que las botellas de plástico y las latas de aluminio, es imperfecta. Hacerla más ecológica es un proyecto que vale la pena.




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