¿Cuándo entra en vigor la reforma a la ley de pensiones?

La reforma contempla aumentar de 6.5 a 15 por ciento la aportación obligatoria, realizada de manera tripartita entre trabajador, empresa y gobierno, para el ahorro para el retiro de los trabajadores formales.

El aumento se dará de manera progresiva durante los próximos 10 años y serán los patrones quienes absorban el aumento. (Especial)
Karen Guzmán
Ciudad de México /

La iniciativa de reforma a la ley de pensiones, presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el aval de los sindicatos de trabajadores y empresarios, podría entrar en vigor en 2021.

La propuesta de reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), que consta de tres cambios importantes para el régimen de la Ley del Seguro Social de 1997, bajo la que operan las administradoras de fondos para el retiro (Afore), no ha sido publicada en la Gaceta Parlamentaria, por lo que todavía no empieza su discusión.

¿Qué cambios contempla la reforma?

La reforma contempla aumentar de 6.5 a 15 por ciento la aportación obligatoria --realizada de manera tripartita entre trabajador, empresa y gobierno-- para el ahorro para el retiro de los trabajadores formales.

El aumento se dará de manera progresiva durante los próximos 10 años y serán los patrones quienes absorban el aumento.

Si se aprueba la propuesta, las aportaciones quedarían distribuidas de la siguiente forma: 13.875 por ciento por los patrones, 1.125 el trabajador y 0.225 por ciento el gobierno, aunque éstas últimas dependerán del ingreso de los trabajadores.

En el caso del patrón, la aportación puede ir desde 5.151 por ciento para trabajadores con un ingreso de 1 salario mínimo y hasta 13.875 por ciento para quienes perciban ingresos de 25 Unidad de Medida y Actualización (UMA). Cabe aclarar que la aportación del patrón irá creciendo de manera gradual cada año.

"A partir de ahora va a tomar 11 años (aumentar las cuotas por parte de las empresas), por consiguiente, aunque sí es un incremento, porque toda esa aportación es por parte de las empresas, es paulatino y por lo tanto va a ser prolongado por más de una década, lo cual está muy a la mano con las empresas y permitirá mejorar la condición de la conversión a la hora del retiro, lo cual es una magnífica medida”, explicó Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México.

Para el caso del gobierno, la cuota va de 8.724 por ciento para trabajadores con ingreso de 1 salario mínimo a 1.798 por ciento para los que tienen ingresos de 4 UMA.

"Los que ganan 1 salario mínimo, el gobierno cubre 100 por ciento el aumento, y en los que perciben 4 UMA, el gobierno asume 21 por ciento del aumento y la empresa 79 por ciento".

Este 2020 la UMA equivale a 86.88 pesos

De acuerdo con el titular de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda, Carlos Noriega, será en 10 años cuando las aportaciones para el ahorro para el retiro llegarán a 15 por ciento del salario bruto, tal como lo plantea la iniciativa.

“En 10 años será cuando la aportación laboral llegará al 15 por ciento, la gradualidad evitará incertidumbre o ajustes muy fuertes para las empresas”, aseguró.

Otro cambio importante está en la disminución de las semanas cotizadas. Hoy, para poder tener acceso a una pensión mínima, en el régimen de la ley de 1997, los trabajadores deben cumplir con mil 250 semanas de cotización en el mercado laboral formal, es decir 24 años de vida laboral formal. La propuesta sugiere reducir a 750 semanas de cotización, es decir se reduce a menos de 15 años en un trabajo formal.

Así, si un trabajador cuenta con 750 semanas y tiene la edad de retiro (60 años si se quiere retirar por cesantía en edad avanzada o 65 años si es por vejez) podrá tener acceso a una pensión.

Entre más semanas cotizas, mejor

Pero el hecho de disminuir las semanas de cotización no significa que las personas deban dejar de trabajar una vez que alcancen 750 semanas cotizadas. Entre más semanas cotizadas tenga un trabajador su pensión será mayor al momento de pedir su retiro por cesantía (60 años) o por vejez (65 años). 

El cambio ayuda a todas aquellas personas que aún cuando han trabajado toda su vida, quizá no lo hayan hecho en trabajos formales y por lo tanto no tienen suficientes semanas cotizadas ante el IMSS.

“Puede ser una oportunidad, si me faltaban 50 semanas de cotización, vale la pena que evalúen si pueden tener derecho (y seguir trabajando)”, aseguró Bernardo González, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore).

lvm

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