Reforma a pensiones no contempla carencias laborales de mujeres: expertas

Especialistas destacan que sigue pendiente el enfoque de género en las pensiones, pues las mujeres viven más, pero reciben menos.

Adultos mayores en calles de la capital. (Araceli López)
Karen Guzmán
Ciudad de México /

El proyecto de reforma a la Ley al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador con el aval de los sindicatos de trabajadores y empresarios, tiene el objetivo de mejorar la pensión que será recibida al momento del retiro; sin embargo, el anuncio no incluye ninguna propuesta que mejore el panorama para las mujeres en esta materia, por lo que, según expertas, esta brecha debería ser discutida de manera independiente.

La iniciativa que se dio a conocer el pasado miércoles consta de cambios importantes dentro del régimen de la ley del seguro social de 1997, mismo en el que operan las Administradoras de fondos para el retiro (Afore), pero de acuerdo con la especialista en derecho laboral, Gloria Arellano, el panorama para las mujeres en la actualidad es muy desfavorable, pues las condiciones de trabajo no les permiten generar un ahorro que sea suficiente para vivir dignamente durante la vejez.

“No viene en este anuncio, y debería de venir, el tema de género porque las mujeres vivimos más, trabajamos menos, no porque no nos guste trabajar, sino porque hay un periodo de vida que dedicamos a la crianza de los hijos y esto hace que trabajemos menos, y lo más importante es que ganamos menos porque así es, esa es nuestra realidad”, afirmó.

En esta línea, Sofía Ramírez Aguilar, investigadora de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, reconoció que es de celebrar el acuerdo entre gobierno, empleadores y trabajadores, pero es necesario revisar “las letras chiquitas” de la iniciativa una vez que se entregue, además de que aún está pendiente el enfoque de género, mismo que ha sido documentado por distintos organismos.

“Ganamos menos y trabajamos más en labores no remuneradas por lo tanto cotizamos menos en el IMSS y sobre todo se desprotege a las madres trabajadoras que tienen el problema de insertarse en el empleo formal”, aseguró la investigadora.

Bernardo González, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) también reconoció que entre los temas pendientes y que se ha discutido entre los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el gobierno federal se encuentra ofrecer un piso parejo entre hombres y mujeres.

“Que, si alguien sale a cuidar a los hijos y regresa en un periodo no mayor a seis meses, no pierda las semanas de cotización, también beneficios para quienes son adultos mayores lleguen a los 65 años de edad y son cosas que se están planteando, pero se encuentran en la propuesta, en el diseño original y van a ser muy positivas para ampliar la red de protección y que haya un piso parejo entre hombres y mujeres”.

Mujeres viven más, pero reciben menos pensión

El Consejo Nacional de Población (Conapo) estima que la esperanza de vida de las mujeres es de 77.8 años promedio; mientras que la de los hombres es de 72.1 años, es decir, la mujer vive en promedio 5.7 años más que el hombre. Sin embargo, en caso de que reciba una pensión bajo el esquema de Afores, ésta será menor que la del género masculino.

“La mujer, al tener una esperanza de vida más alta, tendría que ahorrar una mayor cantidad de dinero que el hombre para poder alcanzar el mismo monto; asimismo, si el trabajador posterga la edad de su retiro, aumentaría el monto que percibirá mensualmente”, indica en un análisis de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Pero de acuerdo con la última actualización de pobreza de género en México elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de 2008 a 2018 las mujeres tuvieron menores percepciones laborales, toda vez que, en población sin pobreza, las mujeres recibieron 90 pesos por su trabajo por cada 100 pesos que percibieron los hombres. En contextos de pobreza, las mujeres obtuvieron 73 pesos por cada 100 pesos respecto de los hombres.

Asimismo, con una menor participación económica, existe una mayor dependencia económica en los hogares mexicanos para las mujeres, a pesar de que el 30 por ciento de los hogares en el país es encabezado por una mujer y 52 por ciento de mujeres fue económicamente activa, en comparación con el 83 por ciento de hombres.

Además, Coneval reconoce que las mujeres con descendencia tienen más dificultades para insertarse en el mercado laboral con una participación económica de mujeres 25 a 44 años sin hijos 79 por ciento, mientras que en las madres 61 por ciento.

De acuerdo con datos de Amafore, 28 por ciento de las mujeres reportó ahorrar para el retiro, en este sentido agregó que el ahorro voluntario en México es totalmente incipiente. “Es obligatorio estar conscientes de que son muchos años y son los años más largos y difíciles de trabajar. Las mujeres siempre están vendiendo cosas u organizando para aumentar los ingresos, pero no son de manera formal”, dijo.

Necesaria una discusión independiente

Es por esto que las expertas coincidieron en que la propuesta de reforma no se dio pensando en asuntos de género, por lo que es necesaria una discusión independiente para resolver la brecha de género, salarios y esperanza de vida entre hombres y mujeres.

“Esta reforma no se dio pensando en un asunto de hacer las diferencias entre los requisitos para los hombres y los requisitos para las mujeres porque las condiciones de trabajo que tenemos actualmente no existe igualdad y debió aplicarse un tema en el que se pusieran requisitos distintos que nunca ha tenido la ley del seguro social ya que finalmente es un tema que se está tratando de resolver y que en el anuncio no hay nada que beneficie al género femenino”, comentó Arellano.

De acuerdo con la experiencia de otros países, la desigualdad de género es un problema común en la mayoría de los sistemas de pensiones que han tenido que resolver cuando las prestaciones están basadas en el historial laboral, salarial y contributiva.

Por ejemplo, en el caso de Chile que desde 2009, durante el régimen de Michelle Bachelet se implementaron medidas con la intención de disminuir la brecha de género como es el bono por hijo, que constituye la entrega de un monto equivalente a 18 meses (de salario mínimo) a mujeres pensionadas al cumplir 65 años.

También se encuentran las reglas de división de fondos de pensiones en caso de divorcio o nulidad, que establece la posibilidad de trasladar los fondos acumulados en una cuenta individual durante el matrimonio, de uno de los cónyuges al otro. Sin embargo, incluso considerando estas medidas, el sistema sigue siendo perjudicial para las mujeres.

Asimismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que en Europa la brecha de género en los beneficios es particularmente alta en Alemania, Austria, Chipre y Holanda, mientras que en la cobertura es limitada en casi todos los países, excepto en Austria, Bélgica, Grecia, España, Italia, Irlanda y Malta, pero se han diseñado esquemas para mejorar la situación basados en el aumento de la edad jubilatoria y la introducción de la esperanza de vida en el cálculo de los beneficios o créditos por el cuidado de los hijos.

GGA​

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