El emprendedor Alejandro Landín Garza, egresado del Tec de Monterrey, financiero de profesión e innovador por inquietud y preocupación por el medio ambiente, es el CEO de Syntropia, cuya visión es transformar la agricultura.
En entrevista con la plataforma MILENIO-Multimedios, el joven empresario explicó que Syntropia es una startup que se dedica a desarrollar tecnología para descarbonizar el tratamiento de los residuos orgánicos y crear biofertilizantes de alta calidad para la agricultura regenerativa.
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“Hagamos que la descarbonización de la agricultura sea inevitable”, expresó Landín Garza durante su pitch final en la séptima edición de Heineken Green Challenge, donde fue acreedor del segundo lugar.
Hay una gran cantidad de basura orgánica en las ciudades, por ejemplo, en el 2022 se mandaron más de 20 millones de toneladas solamente de residuos orgánicos a los rellenos sanitarios de todo el país.
Landín Garza inició su camino hacia cómo hacer que el tratamiento de residuos orgánicos no generaran metano a la atmósfera.
“Tenía muy claro cómo hacer una composta y con la biodigestión (proceso biológico que descompone la materia orgánica en ausencia de oxígeno para producir biogás y digestato), esto es muy lento. Si existe la composta, la biodigestión ¿Por qué seguimos mandando tanta basura a los rellenos sanitarios?”
Considerando que esto está generando metano en grandes cantidades, la razón es que estas metodologías no son rentables.
Es decir, a nivel industrial no se ha logrado ser suficientemente eficientes para hacer un negocio atractivo, de ahí que no se ha escalado.
Mencionó que en México ya existe planta de composta, pero en realidad son tiraderos.
Tras dos años de experimentos, Syntropia tiene un biofertilizante capaz de reducir las emisiones de carbono de 30 días (con composta industrial) a 10 horas.
La composta tarda 30 días, entonces necesitas mucho terreno para tener acumuladas toneladas y toneladas de basura orgánica,y el reto de Landín Garza fue reducir el tiempo de transformar.
Y es que por cada kilogramo (de biofertilizantes) se evitan aproximadamente 8.5 kilogramos de residuos, resaltó el CEO.
El joven emprendedor relató que en el 2021 invitó como socia a Fabiola Sánchez, una científica e investigadora.
Ambos lograron una innovación que consistió en reducir el tiempo de 30 días a 10 horas, un proceso de transformar la basura orgánica en un fertilizante sin emitir metano a la atmósfera.
Después de lograr este proceso levantaron la primera planta piloto en la Ciudad de México.
A partir del mes de febrero de este año iniciaron la producción del fertilizante con base de residuos orgánicos.
“Tenemos varios clientes agrícolas (más que fertilizante es un acarreador de nutrientes) este hace más eficiente y reduce el uso de agroquímicos”.
Entre los planes que tiene Landín Garza es contar con una segunda planta con una capacidad de producción de 2 toneladas diarias y posteriormente licenciar la tecnología a gobiernos y a corporativos.
“Estamos abiertos a empresas que quieran descarbonizar su cadena de valor, especialmente en el tema de residuos”, indicó.