Luego de que el Consejo de Administración de Industrias Peñoles informó en abril del año pasado que Alberto Baillères González, presidente de dicho consejo desde 1967, se convertiría en presidente honorario vitalicio, para que entrara Alejandro Baillères Gual, el hijo del empresario tomó la compañía en un proceso de reestructura.
La reestructura, anunciada en 2020, no buscó generar mayores costos “por el contrario, se busca generar una reducción gradual sostenible”, añadió la compañía minera en su informe anual.
Destacó que se realizaron nuevas emisiones de bonos en mercados internacionales por un total de mil 450 millones de dólares. Una parte de estos recursos recibidos fueron destinados a reestructurar deudas “en condiciones más favorables”.
El proceso de reestructura, impulsado principalmente por los estragos económicos de la pandemia de covid-19, continuó. En el tercer trimestre de 2021 el UAFIDA de la empresa sumó 346 millones de dólares, lo que, en comparación con el trimestre previo, momento en el que se anuncia la salida del empresario como presidente del Consejo de Administración, se observó un retroceso de 37 por ciento.
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En estos mismos periodos, las ventas netas cayeron 9.1 por ciento, mientras que la utilidad bruta retrocedió 39.1 por ciento y su utilidad de operación 53.8 por ciento, de acuerdo con los reportes ventilados por la firma.
Fernando Alanís, quien fue presidente de la Cámara Minera de México (Camimex), informó en uno de sus últimos informes al frente del organismo en 2020, que en este año se encontró incidiendo en el sector tanto los protocolos sanitarios de la pandemia, que afectaron la producción, como el que algunos metales fungieron como refugio para inversionistas, llevando así sus precios al alza.
En su último mensaje como presidente del Consejo, plasmado en el reporte anual de 2020 de la compañía, Alberto Baillères González, agregó que las ventas de la empresa se vieron favorecidas por el aumento en los precios del oro y la plata, a lo que sumó que se registraron menores costos y gastos, tanto por las medidas de austeridad como por la disminución de consumo en sus operaciones.
Pese a lo anterior, expuso que dichos beneficios fueron contrarrestados por el incremento en los gastos financieros, derivados de las colocaciones de bonos y el prepago de deuda.
AMP