Más del 80 por ciento de los recursos que obtienen las familias mexicanas por concepto de remesas se destina a la satisfacción de necesidades básicas y muy poco de ellas se orienta a proyectos productivos; por tanto, es vital que los flujos de dinero del exterior sigan llegando al país, al constituir parte del sustento de muchas personas, coincidieron organismos internacionales.
De acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el principal uso al que se las destina en México es para cubrir necesidades básicas de comida y vestido (80 por ciento en promedio), mientras que el 20 por ciento restante se emplea en salud, educación, pagar deudas, así como abrir un negocio.
En este sentido, el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) indicó que en prácticamente 90 por ciento de los hogares receptores, el ingreso por remesas se destina a cubrir los gastos de manutención, seguido por los gastos en salud y educación; y en 28.5 por ciento de los hogares receptores, las remesas constituyen la principal fuente del ingreso del hogar.
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Así, para el 60.5 por ciento de los hogares receptores las remesas son importantes en el ingreso y en 84.6 por ciento de los casos en que son enviadas al cónyuge o al cónyuge e hijos las remesas son la principal fuente de ingreso del hogar
En este contexto, señaló el CEMLA, las remesas contribuyen a mejorar el nivel de vida de quienes las reciben.
La Cepal indicó que, a nivel agregado, las remesas contribuyen a la disminución de la pobreza, al incremento del consumo privado y al crecimiento económico nacional, entre otros factores.
A nivel de los hogares, elevan los recursos económicos y el bienestar, hecho que se refleja en un mayor consumo y disposición de medios para atender necesidades de educación, vivienda y salud.
Además, las remesas tienen el potencial de impulsar el crecimiento económico mediante la inversión productiva, ya que se crean efectos multiplicadores en sus áreas de recepción a medida que se filtran por conducto de la economía local o regional.
Reducido uso de remesas en proyectos productivos
Sin embargo, el uso de las remesas familiares para la inversión productiva y el emprendimiento es aún reducido, debido a una fragmentación excesiva de los recursos disponibles para financiar proyectos productivos, escasas capacidades empresariales, baja rentabilidad de las inversiones locales y desconfianza en la estabilidad macroeconómica.
En los primeros tres meses del año, las remesas en México sumaron un monto de 9 mil 293.2 millones de dólares, la cifra más alta para un mismo periodo y un máximo histórico.
Al observar los flujos de remesas por estados en el primer trimestre de 2020, los principales estados receptores de dinero del exterior fueron: Jalisco, Michoacán y Guanajuato, ellos reciben 10.5, 10.3 y 8.7 por ciento del total, respectivamente, según cifras del Banco de México.
lvm