La inquietud de los inversores sobre la inflación disminuyó en respuesta a las declaraciones hechas por la Reserva Federal en las últimas semanas, mientras que los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían, deprimiendo los retornos de papeles de largo plazo a mínimos de dos semanas.
La curva de rendimiento se aplanaba por cuarta sesión consecutiva. Los inversores compraban deuda desde el extremo largo de la curva con la idea de que las presiones sobre los precios se mantendrían estables durante el resto del año.
El diferencial entre los rendimientos de los papeles a 2 y 10 años bajó a 144 puntos básicos.
El lunes, la gobernadora de la Fed, Lael Brainard, apaciguó las preocupaciones sobre la inflación, diciendo que espera que los picos de precios asociados con los cuellos de botella de la oferta y la reapertura de la economía "disminuyan con el tiempo".
Su mensaje fue consistente con lo que el presidente del banco central, Jerome Powell, ha dicho repetidamente durante las últimas semanas.
A media mañana, el rendimiento del bono a 10 años operaba a la baja a 1.591 por ciento desde 1.608 por ciento el lunes. A principios de la sesión, el retorno del referencial cayó a un mínimo de dos semanas de 1.588 por ciento.
La rentabilidad del bono a 30 años declinaba a 2.306 por ciento desde el 2.233 por ciento del viernes luego de hundirse a 2.303 por ciento, mínimo desde el 11 de mayo. El rendimiento de la nota a 20 años bajaba a 2.189 por ciento, declive de 2 puntos básicos.
Más tarde, el Tesoro subastará 60 mil millones de dólares en notas a 2 años.
srgs