La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entra en una semana crucial, pues los ministros de México, Canadá y Estados Unidos intentarán superar a partir de hoy un estancamiento sobre temas clave antes de que las próximas elecciones dificulten el proceso.
Las discusiones se centrarán en las reglas de origen automotriz, así como mecanismos de resolución de controversias y la demanda estadunidense de una cláusula de expiración que obligue a renegociar el pacto cada cinco años.
El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, advirtió que si el acuerdo tarda demasiado, la aprobación del actual Congreso, controlado por los republicanos, podría estar en riesgo.
Las elecciones presidenciales en México el 1 de julio también juegan contrarreloj, dado que el favorito en las encuestas, el candidato Andrés Manuel López Obrador, ha manifestado su intención de participar en la modernización del TLCAN si es electo y toma posesión del cargo en diciembre.
"Tenemos una ventana de oportunidad en las próximas dos o tres semanas (...) considerando dos cosas: dónde están las conversaciones ahora y los calendarios políticos", dijo Moisés Kalach, jefe del brazo de negociación internacional del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Fuentes cercanas a las negociaciones sugirieron que hay una sensación creciente de incertidumbre y pesimismo en esta nueva ronda debido al estancamiento en los asuntos más críticos, ya que a pesar de meses de negociaciones sobre algunos temas, las partes permanecen distanciadas.
Una ronda de conversaciones entre la canciller canadiense Chrystia Freeland, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y Lighthizer, fijada para la semana pasada, fue cancelada para permitir consultas con la industria automotriz mexicana y para que el estadunidense asistiera a una misión comercial en China.
El principal grupo de presión de la industria automotriz en México ha descrito las demandas estadunidenses más recientes, que incluyen elevar el contenido regional a un 75 por ciento desde el actual 62.5 por ciento durante un periodo de cuatro años, como "inaceptables".
La propuesta estadunidense también requeriría que el 40 por ciento del valor de los vehículos de pasajeros ligeros y el 45 por ciento de las camionetas pickup sea construido en áreas con salarios equivalentes a 16 dólares la hora o más.
Asimismo, Estados Unidos se ha aferrado obstinadamente a una cláusula de expiración en el nuevo tratado, la cual significaría que este tendría que renovarse cada cinco años, algo que los críticos dicen generaría una gran incertidumbre en las empresas.
Otra propuesta controvertida de los estadunidenses es repatriar la resolución de controversias de los tribunales internacionales al sistema legal de Estados Unidos. Tanto Canadá, como México se oponen a la medida.
GGA