La Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe), de titularidad pública, se adjudicó un contrato de 13.5 millones de euros para dar servicio durante tres años al Tren Maya. Lo hará en consorcio con la empresa de ingeniería pública española Ineco y la alemana DB Engineering & Consulting.
Así fue informado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España, que encabeza José Luis Ábalos, el cual explicó que dichas empresas actuarán como “operador en la sombra” del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la entidad contratante, en la implementación del proyecto.
Entre las labores a desarrollar en el marco de este contrato está el asesoramiento en la futura operación y la supervisión de la fabricación, entrega y puesta en marcha del material rodante, así como el resto de sistemas del proyecto hasta que comience periodo de pruebas del servicio comercial.
El Tren Maya conectará, en fase 1, las estaciones de Palenque y Cancún y completará, en fase 2, las estaciones entre Cancún a Escárcega, con una longitud total de mil 525 kilómetros. El costo total del proyecto para ese recorrido será de alrededor de 6 mil 500 millones de euros. El compromiso de Fonatur es tener el primer tramo del proyecto funcionando para el año 2023.
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La presencia de Renfe en México significa cumplir con uno de los objetivos principales de la empresa española: la entrada en nuevos mercados para seguir avanzando en su proceso de internacionalización. Ha participado en proyectos en Arabia Saudí y Estados Unidos.
De esta manera, Ineco y Renfe entran a formar parte de las empresas con servicios conocidos como “operador en la sombra”, cada vez más demandados por las autoridades de operación ferroviaria del mundo, y se posicionan de cara a otras oportunidades similares, como la operación del Tren de Alta Velocidad (AVE) de California o el “operador sombra” de Rail Báltica.
Las tres empresas se han unido para participar en el desarrollo de Rail Baltica, que conectará Estonia, Letonia y Lituania a través de 870 kilómetros de Alta Velocidad a partir del año 2026.
El pasado mes de marzo, Renfe anunció que revisaría el plan estratégico que actualmente tiene en marcha para adecuarlo a la “magnitud del problema económico” que afronta a consecuencia de la pandemia y el parón del transporte, y a su “complicado futuro” por la incertidumbre sobre la evolución de la demanda de viajeros.
El anuncio lo hizo el presidente de la compañía, Isaías Táboas, tras detallar que la operadora ferroviaria pública ha dejado de ingresar 420 millones de euros sólo con sus trenes Alta Velocidad y Larga Distancia durante el periodo del estado de alarma.
Renfe lanzó su actual plan estratégico en 2019 con dos horizontes de ejecución, a 2023 y 2028, con el fin de prepararse para la liberalización del transporte de viajeros en tren y la llegada de competidores. Los principales pilares de este plan eran la digitalización, la internacionalización y el lanzamiento del Tren de Alta Velocidad low cost.
AMP