Resurge 'La Flor' después de inundación en Tula, la panadería lleva 34 años en esta zona

La icónica panadería retomó sus actividades el 12 de octubre, tras semanas de intensa labor de limpieza, desinfección y esterilización de instalaciones

Panadería La Flor de Hidalgo reabre sus puertas en Tula. (Francisco Villeda)
Francisco Villeda
Tula de Allende /

Desde hace 34 años la Flor de Hidalgo, una tradicional panadería ubicada en el centro de Tula, ofrece pan de muerto con su característico sabor único, inigualable, a base de una receta especial.

La Flor de Hidalgo comenzó hace 65 años sus operaciones en Atotonilco de Tula, en donde todavía opera la matriz, pero hace más de 30 años llegaron a Tula como parte de su plan para extender su panadería tradicional mexicana que ahora también cuenta con una mezcla europea.

Esta panadería es icónica en Tula, y antes de la histórica inundación en el municipio, los clientes ingresaban al lugar e inmediatamente eran seducidos por el toque mágico de la panadería, las notas de ricos aromas, sus luces, la música de fondo, su elegante mobiliario. Además desde luego de las más de cien variedades de pan, pastelería, postres, cafetería y carnes frías, que ofrecen.

La inundación del pasado 7 de septiembre también afectó a dicha panadería, ubicada en el circuito Zaragoza; el agua ingresó a la planta baja, causándoles cuantiosas pérdidas económicas.

Un día antes de la inundación habían adquirido 400 costales de harina, pues había un alza de precio en puerta, como los que se han dado constantemente en los últimos años. Doscientos de esos costales se perdieron, tuvieron que tirarlos, junto con más materia prima y mobiliario.

Todo lo tuvieron que renovar, por eso este martes 12 de octubre, cuando reabrieron después de más de un mes de labores de limpieza, desinfección y esterilización, para recibir el aval de las autoridades sanitarias a fin de operar nuevamente, el establecimiento lucía con pocas mesas y estantes, completamente diferente.

Adrián Juárez Escamilla, encargado de producción de La Flor, indicó que la catástrofe los afectó de manera considerable, con cuantiosas pérdidas económicas, y después de las labores de limpieza ya operan al 50 por ciento, ofreciendo producto inocuo, completamente limpio; aseguró a los clientes que la Flor de Hidalgo se propuso abrir hasta tener la certeza de la higiene de sus instalaciones y sus productos.

Dijo que los cerca de 30 colaboradores de la sucursal de Tula se sumaron a las arduas y constantes tareas de limpieza, mientras que conocidos les prestaron mobiliario para poder reabrir.

Su reinicio de operaciones se da justamente en el marco de la temporada de pan de muerto, y esta panadería se distingue por el peculiar sabor del producto de temporada, además de diversos tamaños y estilos.

Su sabor, textura, dijo, están respaldados por materia prima de excelente calidad, y una receta secreta para darle el toque especial. Desde hace 50 años se dedican a la elaboración de este tipo de pan, del cual en las fechas de la celebración hacen entre 2 mil y 3 mil piezas diariamente, cifras que esperan alcanzar nuevamente.

Así, comienzan con la elaboración de pan de muerto; entre harina, huevo, leche, y cuatro horas de preparación, desde la revoltura hasta su salida del horno, con un buen reposo y un sabor particular de La Flor, los trabajadores de esta panadería están haciendo su esfuerzo por resurgir tras la tragedia y poner de nuevo a su establecimiento y a Tula de pie.

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