Aunque aún existen pendientes y retos, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) aseguró que en el actual sexenio, el rezago habitacional en México ha disminuido, pues más de un millón de familias han salido de él gracias a las políticas enfocadas en este objetivo.
“Esto se ha hecho a través de dos elementos; uno, redirigir el financiamiento federal de vivienda que antes se iba al Infonavit, que era regresivo totalmente, se va a las familias que no tienen acceso a la seguridad social, que es la mitad del país. Al redirigir los recursos y al tener un programa nacional de autoproducción, se ha permitido que más de un millón de familias salga del rezago habitacional”, señaló el director del Infonavit, Carlos Martínez.
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Durante su participación en la conferencia “El derecho a la vivienda, evolución histórica y perspectivas hacia el futuro”, añadió que esa vía tiene que continuar porque el rezago habitacional representa 8.9 millones de viviendas que están en esa condición, incluyendo la certeza de la propiedad, “es un tema conjunto que tiene que ver con propiedad y con precariedad del espacio habitable”, dijo.
En el marco del Tercer Seminario Notarial de Vivienda, organizado por el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, el funcionario agregó que la segunda parte de la política para atender el rezago tiene que ver con atender el déficit, que implica tener nuevas viviendas que se necesitan, pues hay personas que ya tienen una casa pero necesitan salir e irse a otra nueva.
“Ahí hay dos factores fundamentales, uno es la falta de acceso al sistema financiero, eso es gravísimo, 50 por ciento de las personas planea superar ese déficit de vivienda, comparar una o construirla a través de recursos propios, porque de esos 8 millones que requieren vivienda, sólo 1.2 cotiza en el Infonavit y Fovissste, así que hay muchas personas que si bien quieren una vivienda nueva, no tienen acceso al financiamiento”, señaló.
Carlos Martínez explicó que esta situación sucede porque las personas no son formales o porque con los salarios que tienen a través del trabajo independiente no pueden acceder a un crédito y lo que pasa es que tampoco se forma un mercado del lado de la oferta, porque aunque haya necesidad, no se cubre por la falta de acceso al financiamiento.
“La otra parte que limita la oferta tiene que ver con la propiedad, suelos urbanos subutilizados en algunos casos por temas de densidades muy bajas en las ciudades, vacíos urbanos que pueden ser áreas de donación, etcétera, que el propio municipio no ha regularizado su propiedad y que no los puede destinar para vivienda, la mitad del territorio en propiedad social, que hace inviable muchos proyectos de vivienda, a menos que pase por el proceso para dar esas tierras para proyectos amplios de vivienda”, abundó.
En este contexto, advirtió que en el país existen problemas estructurales fundamentales, como el suelo, que es el principal, y el otro es el acceso al financiamiento, así como las preferencias de las personas, pues la mitad de los que quieren una casa nueva, las quieren construir, no comprar y ahí el punto es canalizar los recursos.
srgs