Inversionista, aventurero extravagante y ambientalista. Richard Branson es un millonario atípico y acapara reflectores.
A sus 66 años, lo mismo puede hacer surf que montar en su bicicleta o adentrarse en las profundidades del océano en su propio submarino y todavía darse tiempo para la filantropía y dirigir más de 400 empresas que conforman el Grupo Virgin.
Emprendedor por naturaleza, empezó muy joven su historia en los negocios, y no de la mejor manera. A los 15 años fundó un par de empresas que no tuvieron éxito, pero dos años después la revista Student Magazine fue la semilla de su espíritu emprendedor, al grado de que a esa edad ya contaba con su propia organización caritativa.
El también Caballero del Imperio Británico fue muy conocido por la discográfica Virgin Records, que entre su catálogo tenía a artistas como Roy Orbison, Genesis o The Smashing Pumpkins, y que después de algunos problemas financieros con sus compañías aéreas finalmente fuera vendida a Thorn EMI por mil millones de dólares.
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Así como esta discográfica, Branson ha tenido que vender muchas de sus empresas, sin embargo, siempre ha sabido sacar provecho, ya que todas las compañías que llevan la marca Virgin, pertenecen a su grupo, por lo que se deben pagar regalías.
Forbes calcula la fortuna de sir Richard en 5 mil millones de dólares, por lo que ocupa el puesto número 8 de los hombres más ricos del Reino Unido y el 286 en el mundo.
Los sectores que han abarcado los negocios del empresario son diversos, desde discotecas gays, servicios postales, distribución de películas y videos para televisión y radiodifusión, sellos discográficos, puntos de venta y tiendas minoristas, televisión por satélite, agencia de viajes, videojuegos, editoriales, dirigibles y globos, servicios financieros y ferrocarriles, entre otros.
Branson ha entrado en sectores competitivos —pese a que la recomendación es buscar siempre nuevos nichos de negocios— como el de las líneas aéreas; sin embargo, ve una oportunidad siempre que detecta una falla o una forma de mejorar el servicio de lo que ofrecen las compañías tradicionales.
La historia cuenta que al quedar varado en un aeropuerto debido a que una aerolínea canceló de último momento un vuelo porque el avión no se ocupó en su totalidad, se enfureció a tal grado que rentó un jet privado y les ofreció a los demás pasajeros llevarlos por solo 39 dólares, lo que marcaría el inicio de Virgin Atlantic, la primera de muchas líneas aéreas con las que cuenta el magnate.
Es solo un ejemplo de lo que hace Branson: brindar un buen servicio y al mismo tiempo ser rentable. Los aviones de Virgin tenían asientos de piel en la clase turista y de negocios, además de monitores individuales y contrario a lo que hacen las compañías haciendo los lugares más estrechos para meter más pasajeros, Branson pensó diferente y amplió los espacios para los pasajeros de la clase turista.
Lo mismo sucede con su empresa Virgin Mobile que fue el primer operador móvil virtual en el Reino Unido, y que llegó a México en 2014 con una fuerte campaña de publicidad disruptiva que apelaba a los precios justos y un mejor servicio a los usuarios.
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El también conferencista se ha interesado por las carreras de autos; participó hasta hace poco en el deporte más caro del mundo, la Fórmula Uno, con su propia escudería Virgin Racing, para pasar a otra categoría que resulta innovadora, la Fórmula E, basada en monoplazas eléctricos.
También es conocida su empresa Virgin Galactic, que planea proporcionar vuelos espaciales suborbitales tripulados, lanzamientos suborbitales para misiones científicas y lanzamientos orbitales para satélites pequeños.
El millonario visitará Monterrey el 19 de noviembre para defi nir al ganador de Pitch to Rich México 2016, iniciativa de Virgin y Laureate en la que las startups Aliada, Lubvia y GWI competirán por 200 mil pesos para su proyecto.
JOS