En medio de una fila de trabajadores, porras, aplausos y confeti, fue como los trabajadores de Grupo Bimbo despidieron a los integrantes de Ricolino, una empresa que se cimentó dentro de la mayor panificadora del mundo y que fortalece su negocio en el extranjero tras su venta, hace un año.
En 1970, la firma del Osito Bimbo decidió incursionar en el negocio de confitería, fue así que Roberto y Lorenzo Servitje crearon Ricolino, una de las marcas mexicanas más prominentes del sector que el año pasado fue vendida a Mondelēz Internacional y que hoy ya tiene una presencia en los anaqueles de los supermercados y hogares estadunidenses.
Al arranque de sus operaciones, Ricolino formaba parte de Barcel; sin embargo, en 1977 la empresa decidió dividir los negocios por categorías de botanas saladas y el de chocolates y dulces.
En 2016, Grupo Bimbo ostentaba la mayor participación de mercado dentro del sector de confitería, con 13.8 por ciento del sector; detrás se encontraba Mondelez con Halls, con la que tenía 6.7 por ciento de la industria; y Pepsico, con Sonic’s, que le daba 6.2 por ciento de participación.
En esta visión, fue que Mondelēz vio la oportunidad de extender su presencia en el mercado y fue así que el año pasado anunció la adquisición de la firma mexicana.
Con marcas como Paleta Payaso, Bubulubu, Kranky, Duvalín, entre otras, Ricolino ha estado presente en las fiestas, piñatas en otras ocasiones de consumo dentro de los hogares del país desde que nació; tras la compra que realizó Mondelēz en noviembre de 2022, ya ha dado buenos resultados a la firma y apuntala su crecimiento fuera de territorio nacional, en un mercado en el que el segmento de nostalgia es importante.
¿Cuánto pagó Mondelēz por Ricolino?
El primer día de noviembre de 2022 arrancó oficialmente la integración de Ricolino en el conglomerado estadunidense, luego de una transacción que había sido anunciada a inicios de año.
Con la adquisición, la dueña de Trident duplicó el tamaño de su negocio; en el país cuenta actualmente con las plantas de Ecatepec, Toluca, Guadalajara, San Luis Potosí, Matehuala y Puebla.
La integración dejó además más de 900 mil puntos de venta y más de tres mil rutas de reparto; además, con la compra los 6 mil 300 mil trabajadores de la compañía de dulces pasaron a integrarse a las operaciones de la estadunidense.
Santiago Canela, VP de Integración de Mondelēz International y Ricolino, consideró entonces que el proceso significaba una oportunidad para llegar a sitios donde no habían tenido presencia y que veían potencial para explotar la firma, un proceso que ya ha comenzado a darles resultados.
“La unión de Mondelēz México y Ricolino, representa la suma de la grandeza de dos empresas icónicas, que durante años se han colocado como las preferidas de los consumidores, que han llenado a México y al Mundo de momentos increíbles, con sabores únicos, tradiciones y diversidad que nadie más tiene en el mercado de los snacks”, dijo Oriol Bonaclocha, Presidente de Mondelēz México, tras la aprobación de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) de la transacción.
La operación supuso un desembolso por 27 mil millones de pesos y de acuerdo con el gobierno federal, dejó un pago de impuestos por 6 mil millones de pesos.
Con el monto, la panificadora aprovecharía para realizar el pago de deuda e inversiones de capital, durante el último trimestre de 2022 Bimbo obtuvo utilidades extraordinarias por 15 mil 004 millones de pesos, como resultado de la operación; de esta forma, su utilidad neta mayoritaria creció cinco veces como resultado de la compra.
Al momento de la compra, Ricolino ya exportaba productos a 17 países, incluidos Estados Unidos y algunas naciones de Centroamérica; sin embargo, a partir de la compra, la nueva dueña ha destacado la relevancia que tiene en el mercado norteamericano.
La transacción no incluye las marcas y el negocio de Ricolino en Nicaragua y Honduras, que Bimbo acordó mantener separados y no vender a menos que se otorgue la aprobación regulatoria en dichos mercados.
La consultora Transactional Track Record (TTR) destacó la operación que contó con el asesoramiento jurídico de Galicia Abogados, Grupo Bimbo, Hogan Lovells México y Mondelēz International. Por la parte financiera, la transacción ha sido asesorada por Bank of America y por Deloitte México.
Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió a los nuevos dueños de la empresa en Palacio Nacional, a finales de noviembre del año pasado, y aseguró que la decisión era reflejo de las oportunidades de inyección de capital que tiene México para los inversionistas extranjeros; asimismo, indicó que Bimbo utilizaría parte de los recursos para invertir en las plantas que tiene en México.
Ricolino conquista paladares de los estadunidenses
A un año de la compra, Ricolino ha comenzado a darle buenos resultados a Mondelēz, que ya la considera uno de sus ejes primordiales de crecimiento.
De acuerdo con su reporte financiero, durante el primer trimestre de 2022, la compra dejó 180 millones de dólares, considerando los primeros nueve meses del año, se obtuvieron 506 millones de dólares.
Fue el primero de agosto que la empresa realizó el lanzamiento oficial de su operación en Estados Unidos; desde el momento de la compra, la apuesta estaba en el sector hispano, por lo que el grupo ha decidido impulsar sus inversiones dentro de Ricolino.
En el país, la empresa promociona marcas como Paleta Payaso, Kranky, la paleta Vero Mango, Panditas, Bubulubu, Duvalín, entre otras.
“Seguimos impulsando la expansión geográfica de nuestras marcas recientemente adquiridas: por ejemplo, Ricolino es ahora la marca de confitería hispana número uno en los Estados Unidos; continúa creciendo bien y en línea con nuestras expectativas”, aseguró Dirk Van de Put, CEO de Mondelēz.
Statista estima que en 2023 la industria de confitería en Estados Unidos tendrá un repunte de 3.5 por ciento, para alcanzar los 193.45 millones de dólares en ganancias.
El segmento de chocolate tiene una estimación por 56.58 millones de dólares para el cierre de año; mientras, los productos de pastelería y galletas empaquetados, 83.8 millones de dólares; para el caso de helados se prevé que alcanzará los 19.13 millones de dólares; y para dulces, 36.8 millones de dólares.
“La adquisición de Ricolino se basa en nuestra continua priorización de segmentos de snacks de rápido crecimiento en geografías clave”, indica la empresa. En tanto, el costo de la operación durante el segundo trimestre del año representó alrededor de 14 millones de dólares y 30 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2023.
En el tercer cuarto del año, las ventas del gigante de confitería alcanzaron los 9 mil 029 millones de dólares, lo que significó un alza de 16.3 por ciento en relación al mismo periodo del año anterior; su reporte financiero destaca que en parte, el resultado fue producto de la compra de Ricolino y la marca Clif Bar.
“Estamos entusiasmados con las oportunidades. Estamos entusiasmados con nuestros sólidos resultados y las oportunidades a largo plazo para crecer y expandir la distribución a nuevos formatos y desarrollo como región geográfica”, agregó su director.
La perspectiva de la empresa es que el negocio de snacks alcance los mil 200 millones de dólares en ingresos netos durante 2023.
CMOG