La Asociación Mexicana de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas) estimó que en el país el robo de gas LP asciende a 50 mil toneladas mensuales, más de lo que consumen algunos países de Centroamérica.
El presidente de la Amexgas, Carlos Serrano señaló que el consumo promedio nacional es de 650 mil toneladas anuales, y se estima que la afectación por el robo de combustibles es aproximadamente entre cinco y ocho por ciento, por lo que dijo es una cantidad muy grande de producto.
Carlos Serrano detalló que si esto se distribuye proporcionalmente en todo el país, en las 32 entidades federativas y en las 220 regiones en las que se divide el mercado, la afectación en cada lugar sería del cinco, seis o siete por ciento, lo que calificó como una afectación muy negativa pero mínima,
"Sin embargo, el problema es que esto se concentra en la distribución de la zona centro del país, en Puebla, el Estado de México, Ciudad de México y en Veracruz, y en algunas regiones del Bajío, Tlaxcala, Hidalgo y Querétaro".
El presidente de la asociación recordó que la extracción ilícita de este producto se da a lo largo del ducto principal de Petróleos Mexicanos (Pemex), que va de Veracruz y pasa por Puebla, por lo que para las personas que realizan este delito, logísticamente es más fácil distribuirlo en estas zonas geográficas.
"Entonces ahí ya no es el cinco por ciento, es un porcentaje mucho mayor que genera una afectación fuerte a la población y distribución (...) el gas robado en México es un problema que tiene diferentes aristas".
Carlos Serrano explicó que existe una afectación económica y patrimonial a Pemex, que es a quien le roban el gas y por consecuencia, al Estado mexicano; de ahí deriva en una actividad de distribución ilícita, ya que por las características del producto no tienen donde almacenarlo.
"Lo que roban lo tienen que distribuir y vender en las siguientes 24 horas. Entonces, eso es lo que trae en cascada un efecto dominó y una consecuencia que afecta muy fuertemente de manera directa a muchas personas, particularmente al consumidor final y a la industria de distribución".
Agregó que como consecuencia de este delito el usuario no sabe si está comprando un producto robado, y distribuido por personas que participan en esa cadena de actos ilícitos, adicionalmente, es que mucho de este producto se distribuye en equipos de reparto o en estaciones de servicio que no cumplen con las normas de fabricación y de seguridad.
"No cumplen con los estándares de capacitación, no tienen seguros de responsabilidad civil, y entonces la población sin saberlo está expuesta. Eso es gravísimo".
El presidente de la Amexgas, expuso que tanto gobierno, empresas y consumidores, están siendo víctimas de este flagelo, por lo que hizo un llamado a qué se combata de manera efectiva este delito y se eliminé o se reduzca a su mínima expresión.
SNGZ