El descarrilamiento de 39 carros de ferrocarril y cuatro locomotoras provocado por un sabotaje el pasado 19 de mayo en Orizaba, Veracruz, tuvo un costo de 312 millones de pesos, considerando las pérdidas por ventas, robos de bienes y reparación de vías y equipo, estimó Grupo México Transporte, operadora de Ferrosur.
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“Estimamos que esto ha tenido un impacto de alrededor de 130 millones de pesos en ventas perdidas, 11 millones en sustracción de bienes de los trenes y 171 millones en reparación de vías, locomotoras y carros” informó la empresa en un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores.
La empresa dio a conocer que en lo que va del segundo trimestre del año ha sufrido siete descarrilamientos debido a sabotajes en la ruta Ciudad de México- Veracruz. El más grave fue el del pasado 19 de mayo, cuando a las 3:35 horas el sistema de frenos de un tren que se dirigía de Veracruz a Puebla fue manipulado en un acto de sabotaje por personas ajenas a Ferrosur.
Esto provocó el deslizamiento sin control de 39 carros y 4 locomotoras por una pendiente descendente de 10 kilómetros, hasta impactarse con otro tren en el patio ferroviario de Orizaba.
El impacto de los costos de estos sabotajes será mitigado parcialmente por la recuperación vía seguros, explicó la división de Transporte de Grupo México.
La empresa reiteró su compromiso de seguir brindando un servicio seguro y eficaz con más de mil 700 guardias privados y un área especial dedicada al monitoreo y prevención de robos para la atención del ferrocarril Ferromex- Ferrosur.
Lourdes Aranda, vicepresidenta de relaciones gubernamentales de Grupo México Transporte, que comprende la operación de Ferromex- Ferrosur, estimó que en 2017 el gasto de la empresa para atender la seguridad fue de mil 200 millones de pesos.
CPR