El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la inseguridad alimentaria ha ido en aumento y además de representar una presión hasta de 9 mil millones de dólares para la balanza de pagos de los países altamente expuestos, puede aumentar la pobreza, afectar el crecimiento económico y elevar la inestabilidad política.
De acuerdo con un estudio del FMI, en muchos lugares, a pesar de que los precios de los alimentos han bajado desde los máximos recientes, están todavía altos y el elevado costo de la energía han propiciado una crisis del costo de vida que probablemente aumente la pobreza y perjudique el crecimiento, lo que puede alimentar la inestabilidad política.
El organismo internacional detalló que junto con el costo humano, el financiero también está aumentando, pues se estima que el impacto de los mayores precios de importación de alimentos y fertilizantes para los países más vulnerables a la inseguridad alimentaria agregará en 2022 y 2023, 9 mil millones a sus presiones sobre la balanza de pagos, lo que erosionará las reservas internacionales y su capacidad para pagar las importaciones de alimentos y fertilizantes.
Explicó que la inseguridad alimentaria ha ido en aumento desde 2018, pues incluso antes de la invasión rusa de Ucrania, la frecuencia y la gravedad cada vez mayores de las perturbaciones climáticas, los conflictos regionales y la pandemia estaban cobrando su precio, interrumpiendo la producción y distribución de alimentos y aumentando el costo de alimentar a las personas y familias
No obstante, abundó, la situación tomó un giro aún más dramático con la guerra en Ucrania, ya que esto hizo que los precios de los alimentos y los fertilizantes subieran aún más, perjudicando a los importadores y provocando que varios países impusieran restricciones a la exportación.
El resultado es un número sin precedentes de 345 millones de personas cuyas vidas y medios de subsistencia están en peligro inmediato. debido a la inseguridad alimentaria aguda y, en todo el mundo, más de 828 millones de personas se acuestan con hambre cada noche.
El FMI advirtió que el impacto del choque alimentario se siente en todas partes, pero el sufrimiento es peor en 48 países, muchos de los cuales dependen en gran medida de las importaciones de Ucrania y Rusia, en su mayoría países de bajos ingresos. De ellos, aproximadamente la mitad es especialmente vulnerable, debido a los graves desafíos económicos, las instituciones débiles y la fragilidad.
Acciones
Ante esta situación, el FMI urgió a una acción política fuerte y rápida en cuatro áreas para mitigar la crisis alimentaria mundial y evitar el sufrimiento humano; primero, apoyar rápida y adecuadamente a las personas vulnerables a la inseguridad alimentaria a través de la asistencia humanitaria del Programa Mundial de Alimentos y otras organizaciones, junto con medidas fiscales efectivas.
Segundo, mantener el comercio abierto, incluso dentro de las regiones, para permitir que los alimentos fluyan desde las áreas con excedentes hacia las que los necesitan, pues las medidas proteccionistas solo sirven para empeorar la crisis alimentaria y representan hasta 9 por ciento del aumento en los precios mundiales del trigo.
Tercero, aumentar la producción de alimentos y mejorar la distribución, garantizando un acceso adecuado a los fertilizantes y la diversificación de cultivos, así como elevar el financiamiento del comercio y reforzar las cadenas de suministro.
Cuarto, invertir en una agricultura resiliente al clima, ya que esto será vital para aumentar las cosechas futuras, pues los eventos climáticos más intensos e impredecibles están aumentando la inseguridad alimentaria; además, la comunidad internacional también debe tomar medidas decisivas para garantizar que se disponga del financiamiento necesario para hacer frente a la crisis inmediata y fortalecer la seguridad alimentaria a mediano y largo plazo.