En nuestro país, los seguros que más registran fraudes son los de vida, gastos médicos e incendios, de acuerdo con estadísticas de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
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El director general del organismo que agrupa a las aseguradoras del país, Recaredo Arias Jiménez, explicó que al año se detectan entre 300 y 400 casos y cada vez se trabaja más en perfeccionar los mecanismos de detección.
Destacan casos de “viudos o viudas negras”. Ejemplo de ello fue la historia de un hombre que cobró el seguro de vida tres parejas: dos esposas y una novia con la cual se casaría; pretendía cobrar el seguro de una cuarta mujer, pero se le logró identificar y detener.
También se detectaron casos en los que se suplantaron cadáveres, o bien se intentó cobrar seguros de personas que no murieron o que lo hicieron muchos años antes, precisó en una reunión con medios de comunicación.
El directivo agregó que en gastos médicos se dan fraudes sobre todo en seguros colectivos, en los cuales se integran a familiares para suplantar el nombre de otras personas; mientras que en autos, se presentan diferentes casos como el que un vehículo esté asegurado con varias compañías y se busca recrear o modificar el accidente.
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Arias Jiménez indicó que uno de los segmentos en los que destacan los intentos de fraudes es el de incendios y el principal motivo es el sobreprecio; por ejemplo, en un negocio que sufrió este tipo de siniestro, el valor de la mercancía era mayor al que realmente tenía.
Sin precisar nombres, mencionó el caso de una empresa, cuyo dueño era amigo del ex gobernador de Puebla, Mario Marín, donde pretendieron cobrar el seguro de daños por incendio por prendas recién elaboradas y de alto valor, pero en realidad sólo había retazos de tela, por lo que luego del peritaje sólo se pagó el monto correspondiente.
De acuerdo con información de los Comités, “si llegan a ser entre 300 a 400 casos al año”, dijo el directivo, quien, por otro lado, aseguró que los precios de los reaseguros no sufrieron un incremento significativo después de los desastres naturales de los últimos dos años, entre ellos los sismos de 2017.
“Hubo algunos ajustes, en esencia no, casi nada”, afirmó el directivo quien también es presidente de la Global Federation of Insurance Associations (GFIA).
lvm