La tendencia de estilos de vida más ocupados hicieron que en los últimos años el consumo de alimentos fuera del hogar se convirtiera en un momento clave para la industria de productos procesados y empaquetados; sin embargo, la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19, ha representado un reto para el sector, indicó la agencia investigadora de mercados Euromonitor International.
“En su punto álgido, justo antes de la pandemia mundial covid-19, los modelos y enfoques estaban cambiando para hacer que los bocadillos estuvieran disponibles donde la demanda era más alta, generalmente en áreas urbanas densas y con mucho tráfico, revelóel reporte de la investigadora Snacking away from home after coronavirus.
A medida que el mundo salga del confinamiento, los consumidores seguirán estando más orientados hacia el hogar, lo que significa que afuera se tendrá que girar y acelerar la adaptación para permanecer disponibles como una oportunidad incluso cuando cambie la ubicación de la demanda, añadió.
El foodservice o servicio de comida tiene un valor global de 2 mil 913 billones de dólares; de estos, 453 billones pertenece a cafés y bares; mil 441 billones, por restaurantes con servicio completo; 856 billones por restaurants con servicio limitado; 30 billones por self service o autoservicio en cafeterías; y 142 billones por puestos o kioskos callejeros.
“Durante años, el servicio de alimentos se ha beneficiado de una creciente demanda de conveniencia. Los consumidores con estilos de vida cada vez más conectados y con poco tiempo necesitaban opciones más convenientes para obtener las comidas. Las opciones sobre la marcha crecieron a partir de esto, y los minoristas y los operadores de servicios de alimentos han ido evolucionando para aprovechar esta oportunidad”, refiere el reporte.
A media que se han reactivado algunas actividades en distintos lugares del mundo, algunos consumidores han adoptado hábitos de consumo que esperan mantener y que influirán en sus decisiones de compra del canal a futuro.
“Si bien la mayoría de los expertos de la industria esperan que los consumidores eventualmente regresen a lugares y servicios fuera de casa a mediano plazo, la mayoría también cree que los consumidores trabajarán desde casa, con más frecuencia, de forma permanente".
"Esto tendrá un impacto permanente en los flujos de tráfico de los consumidores, y las ocasiones de comer bocadillos conectadas con el tráfico cotidiano disminuirán, incluso a medida que regrese el tráfico turístico. Es este cambio en los lugares de demanda lo que tendrá el mayor impacto en el avance de los bocadillos fuera de casa”, explica.
- Te recomendamos Tecate avanza y le 'come' mercado a Corona
En este escenario, las marcas más grandes del mundo tendrán una mayor competencia por parte las marcas propias de algunos formatos, que buscarán destacar en esta competencia.
“A medida que la demanda regrese al hogar, los nuevos puntos de venta se desplazarán de las densas áreas urbanas que dependen del tráfico de pasajeros a favor de lugares residenciales en las periferias de la ciudad para estar más cerca de donde los consumidores estarán en el futuro. Las nuevas tiendas se confundirán con el servicio de alimentos y es probable que sigan siendo pequeñas para adaptarse a sus alrededores”, recalcó.
Se espera que las minoristas aprovechen la tendencia de compra de bocadillos recién preparados en ubicaciones estratégicas, por lo que muchos puntos de venta serán diseñados específicamente para una mayor relevancia local.
“Los propios productos cambiarán, adaptándose a los nuevos formatos y la nueva competencia. Los nuevos formularios difuminarán las líneas de comida para llevar y entrega, kits de comida y servicio de comida para llevar”,dijo.
MRA