El sindicato independiente mexicano La Liga ha conseguido el derecho de representar a los trabajadores de una planta de 3M, informaron autoridades, lo que supone una segunda victoria para el incipiente grupo en momentos en que los empleados se enfrentan a intereses arraigados.
Los trabajadores de la planta de 3M en San Luis Potosí, que fabrica desde notas autoadhesivas Post-it hasta mascarillas N95, votaron en enero para rechazar el contrato colectivo negociado por su sindicato de larga data, la Confederación de Trabajadores de México (CTM), abriendo la puerta a una nueva representación.
La CTM, uno de los sindicatos dominantes en México, ha perdido un puñado de fábricas importantes, como General Motors, Stellantis y Panasonic, tras una reforma laboral y un acuerdo comercial revisado con Estados Unidos que pretenden mejorar los derechos de los empleados.
El líder sindical de La Liga, Marco Saucedo, que ha trabajado en 3M por 22 años, dijo ayer que el sindicato obtuvo apoyo porque enfatizó que los trabajadores, y no personas ajenas a los problemas cotidianos de la planta, decidirían sus demandas.
"Somos gente de planta, trabajadores comunes", sostuvo.
Representantes de La Liga hablaron con los empleados uno por uno durante la hora de la comida y después del trabajo, en las cafeterías y en las paradas de autobús, a lo largo de varios meses para recoger los varios centenares de firmas necesarias para demostrar 30 por ciento de apoyo entre casi 2 mil trabajadores.
El sindicato tiene ahora seis meses para negociar un nuevo contrato, y pretende garantizar unos salarios que se ajusten a la creciente inflación de México, adelantó Saucedo.
3M no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Anteriormente ha dicho que pretende ofrecer salarios competitivos y garantizar la estabilidad laboral y que negociará con el sindicato elegido por los trabajadores.
MRA