El Banco de México (Banxico) y Naciones Unidas determinaron que la participación de la alta dirección y los consejos de administración es fundamental a efecto de preparar a las instituciones financieras para la esperada transformación estructural de la economía, asociada con los riesgos y las oportunidades ambientales y sociales.
De acuerdo con el reporte “Riesgos y oportunidades climáticas y ambientales del sistema financiero de México: del diagnóstico a la acción”, lo anterior significa reforzar las competencias de gobernanza y establecer un mapa de ruta a nivel de consejo de administración para integrar los riesgos y las oportunidades ambientales, sociales y de gobernanza en las estrategias tradicionales de negocios y de administración de riesgos y, a la vez, reportar a los actores relevantes y reguladores sobre estos temas.
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El reporte realizado a través del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también señaló que las instituciones financieras necesitan comprender y administrar mejor la información ambiental y social relevante, establecer las competencias adecuadas para procesar dicha información e implementar políticas sobre transparencia y divulgación.
Dada la inminencia de estos riesgos, es importante que las instituciones financieras puedan también desarrollar capacidades y estrategias de análisis de escenarios.
“Está claro que necesitamos gestionar el riesgo mucho mejor de como lo hacemos actualmente, y esto se vuelve más vital en el contexto del cambio climático, que sigue siendo el desafío existencial que enfrenta la humanidad”, dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
“Las instituciones financieras que tengan suficientemente en cuenta el riesgo climático podrán garantizar la sostenibilidad de sus carteras a largo plazo. Este estudio ofrece recomendaciones útiles para las instituciones financieras y los reguladores en preparación para el futuro”, añadió.
Por su parte, el administrador del PNUD, Achim Steiner, señaló que el cambio climático y la degradación ambiental son desafíos críticos de nuestro tiempo, y el sector financiero tiene que desempeñar un papel clave para enfrentar estos problemas.
“Las recomendaciones de este informe -tales como plazos claros y compromisos al nivel de la junta directiva para incorporar aspectos sociales y ambientales en los principales planes de acción, políticas de gestión de riesgos, presupuestos anuales y planes de negocio- resonarán entre los tomadores de decisiones en los niveles más altos del sector financiero mexicano”, expuso.
En tanto, el gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, destacó la importancia de la acción conjunta de todos los actores del sistema financiero en esta iniciativa y expresó su confianza en que el reporte sirva de base para el desarrollo e implementación de metodologías y criterios estandarizados para la evaluación de riesgos ambientales y sociales, al ser esencial para el bienestar a largo plazo.
El informe presentado es el primer diagnóstico exhaustivo sobre el grado de preparación actual de las instituciones financieras mexicanas para evaluar riesgos climáticos, ambientales y sociales.
Los resultados del documento están basados en una encuesta detallada aplicada a altos funcionarios de más de 60 instituciones y consideran cerca de 90 por ciento de la cartera de crédito del sistema bancario, 80 por ciento de los activos reportados por los gestores de fondos a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), 90 por ciento de los activos bajo gestión de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), así como 44 por ciento de los activos reportados por las compañías de seguros.
GGA