Así como la revolución digital irrumpió hace 20 años transformando los modelos de negocio de las empresas, hoy la sostenibilidad y las energías limpias son el cambio que determinarán el éxito o fracaso de una compañía, consideraron especialistas.
“Lo que ha cambiado es que la sostenibilidad es la nueva digitalización. Se está convirtiendo en el negocio principal (para las empresas)”, dijo Florent Andrillon, líder global de transición energética de Capgemini Invent.
Para las empresas, añadió Andrillon, “será imprescindible” tener una hoja de ruta clara y mantener sus emisiones debajo de un nivel determinado para llegar al “Net Zero”.
La transformación digital se adoptó de forma masiva tras muchos años, pero en el caso de la sostenibilidad “el proceso debe acelerarse”, pues el cambio climático es “una amenaza existencial”, afirmó Ann Mettler, vicepresidenta para Europa de Breakthrough Energy.
Andrillon dijo que hoy convertirse en una empresa cero neto (sin emisiones a la atmósfera) “se está convirtiendo en una parte integral del modelo de negocios”.
El sector privado está atestiguando cómo las empresas pioneras en sostenibilidad ahora son las grandes ganadoras.
Tesla, la armadora estadunidense de vehículos eléctricos, ya es la automotriz más grande del mundo con una valuación de mercado de 1.37 mil millones de dólares. La segunda, Toyota, vale una cuarta parte de eso, y la tercera, Volkswagen, vale apenas 141 mil 900 millones.
“Eso es lo que explica porqué la mayoría que aún no adopta la revolución sostenible se están reorientando rápidamente”, comentó Mettler.
GM Motors prometió a principios de este año dejar de vender autos que usen combustibles fósiles para 2035 y ser neutro en carbono para 2040; Ford, Mercedes Benz y Volvo hicieron promesas similares.
“La transición energética es imparable y el sector privado se ha dado cuenta de esto y finalmente se está sumando”, dijo Metler.
Según una encuesta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aplicada en 50 países, 64 por ciento considera al cambio climático una crisis mundial y de ellos 59 de cada 100 cree necesario tomar acciones urgentes.
El segundo punto es que también los inversionistas lo exigen. Prueba de esto es que durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), 450 grandes firmas financieras se comprometieron a invertir 130 mil millones de dólares en la transición hacia una economía descarbonizada para 2050.
A la par, inversionistas han sacado sus inversiones de compañías que consideran que no combaten de forma adecuada al cambio climático, como en junio de 2019, cuando Legal & General Group desinvirtió en 19 fondos que tenía con Exxon Mobil .
El tercero son las regulaciones de los gobiernos que obligarán a las firmas a reducir sus emisiones so pena de no contar con licencia para operar.
Un ejemplo es la Unión Europea que prohibirá la venta de vehículos a gasolina y diésel para 2035; si para entonces una automotriz no transita hacia los autos eléctricos, no podrá operar.
Por si fuera poco, Ann Metler indicó que “para algunas empresas, el ajuste de cuentas llegó simplemente porque ahora (las afectaciones climáticas) aparece en sus balances”.
Para Metler, para colocarse en la senda de la sostenibilidad las empresas deben conocer su huella de carbono real -incluida su cadena de valor- y acelerar el desarrollo de tecnologías limpias, pues “plantar árboles e invertir en energías renovables no será suficiente”, finalizó.
MRA