En 2021 las empresas biotecnológicas estuvieron de moda, algunas incluso alcanzaron niveles récord históricos de valuación en el mercado bursátil de Nueva York, momento que aprovecharon también startups de esta industria para poder captar capital y financiar sus proyectos, incluso sin tener estudios preliminares de los mismos.
Sin embargo, en 2022 los inversionistas son más cautos, esto por menores medidas de confinamiento que hacen pensar que terminó la pandemia, pero también a la incertidumbre económica que genera a escala mundial la invasión rusa a Ucrania; esto causó que empresas como Biontech y Moderna reportan caídas en promedio de 60 por ciento en su valor de mercado.
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Ante este panorama, parecería que las startups biotecnológicas llegaron a su límite, pero especialistas dicen que pueden seguir en el radar de los fondos e inversionistas y continuar captando capital.
“Las empresas emergentes podrían resistir mejor los vientos en contra del mercado público administrando sabiamente su efectivo, identificando las mejores opciones de financiamiento para lograr los hitos planificados, reduciendo sistemáticamente el riesgo de los activos y diferenciando sus carteras, asociaciones y personas”, explicaron expertos de Mckinsey & Company.
Mientras que Andy Acker, gestor de activos en la firma Janus Henderson Investors, comentó que justo son este tipo de firmas pequeñas y medianas, donde hay un enorme potencial por explotar.
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“Las empresas pequeñas y medianas de biotecnología están liderando algunos de los avances más apasionantes en el campo de la investigación médica, como las terapias genéticas, las biopsias líquidas, la oncología de precisión y los anticuerpos monoclonales de diseño. Muchos de estos medicamentos podrían revolucionar el nivel de atención médica para los pacientes, prolongando drásticamente las tasas de supervivencia y mejorando la calidad de vida”, explicó.
Pero para continuar siendo atractivas a los ojos de los inversionistas que ya están dejando pasar la fiebre de las biotecnológicas, las startups tienen tres opciones: buscar asociaciones, mejorar su control de efectivo y atraer mejor talento.
Primero, las biotecnológicas emergentes con proyectos en etapa inicial están dispuestas a asociarse con firmas más grandes. Permitiendo que dispongan de tecnología de vanguardia para finalizar sus proyectos y tener acceso a posibles proyectos que puedan ser significativos y adquirir gran valor en el futuro.
En segundo lugar está el control de efectivo. Las biotecnológicas startups deben tener una clara administración de su liquidez y la evolución de sus proyectos en los que trabajan, para poder planear y solicitar un financiamiento de acuerdo a sus necesidades.
Pero también tienen como opción el factor humano. Atraer y retener talento es vital para lograr el éxito de una pequeña empresa, tener empleados preparados y con experiencia en el campo genera confianza entre los inversores.
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Pero en México
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En México, la biotecnología es una ciencia que se viene explotando desde hace más de 50 años, impulsada principalmente por universidades; sin embargo, la falta de políticas públicas que apoyen estas instituciones dejó el desarrollo de esta ciencia a la deriva.
“Se está totalmente a la deriva, dependiendo básicamente de los mercados internacionales para tener las vacunas del cuadro básico que requiere nuestra población y esto es debido a que no tenemos la coordinación económica en general y además no tenemos políticas públicas que nos permitan fomentar la producción de biotecnológicos en México”, expuso Laura Alicia Palomares Aguilera, investigadora del Instituto de Biotecnologías de la UNAM, en conferencia virtual con diputados.
Actualmente, más de 20 centros de investigación y un gran número de universidades públicas y privadas que hacen investigación en biotecnología en el país. Hay al menos unas 500 empresas que participan en este ramo de la ciencia, más de 7 mil estudiantes distribuidos en todo el país, 614 programas de licenciaturas relacionados con esta ciencia y 320 programas de posgrado.
Por ello, Mariano Garibay García, profesor investigador de la UAM, remarcó que no se debe dar un mensaje equivocado a las nuevas generaciones causando una disminución en la formación de nuevos biotecnólogos.
"Es importante que se sigan formando especialistas, todos estos jóvenes a los que hago referencia, que están en las diferentes universidades del país y centros de investigaciones, es importante que continúen su formación y que aporten sus conocimientos para el bien de la sociedad”, remarcó.
KL/AMP