Hace nueve años Max Cukiet sufrió las consecuencias de un robo en su oficina en el que perdió pertenencias con valor monetario y sentimental, así surgió la idea de crear una compañía privada de renta de cajas de seguridad con la que ahora busca competir con un servicio que originalmente da el sector bancario.
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“La situación es que la banca ha endurecido mucho los requisitos que le pide a los solicitantes para tener un resguardo, por ello surgimos nosotros. Lo que hacemos es atender a un público que tenga objetos de valor emocional o comercial, en un lugar que estén resguardados con un nivel mayor de seguridad de lo que se puede tener en casa u otro lugar, queremos dar ese servicio a la gente promedio, para quienes es más difícil acceder”, dijo en entrevista con MILENIO.
Cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2019, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que a 2018 alrededor de 78.9 por ciento de los encuestados dijeron sentirse inseguros y 33.8 por ciento de los hogares tuvo al menos una víctima de delito.
El reporte arroja que 29.8 millones de delitos se realizaron en dominio urbano y 3.2 millones en el rural.
“Números exactos son difíciles de obtener pero la tendencia a lo largo del mundo es que los bancos lo están dejando y lo empiezan a tomar empresas privadas como la nuestra. Se ve de pronto más como un gasto y no como una inversión. Es un reto el buscar la concientización en la gente”, indicó Cukiet.
Agregó que este servicio puede ir a un público tan variado, pero finalmente quien va a contratarlo es porque tiene un perfil de previsión.
De acuerdo con Cukiet, la renta de este tipo de servicios puede estar en los 4 mil 500 pesos al año, aunque depende del tamaño de la caja que cada cliente solicite.
“Son muy pocos bancos a escala mundial como Suiza, Estados Unidos, que han mantenido el servicio durante siglos y se han actualizado y mantenido con tecnología que estamos incorporando nosotros, que ayuda a direccionar al cliente desde que ingresa hacia qué caja está permitido acceder”, sostuvo.
Para ello, StrongMax solicita tarjetas de proximidad, números confidenciales, llaves y tecnología biométrica que ayuda a la identificación de las personas, afirmó su director.
El Inegi informó que en 2018 las pérdidas económicas a consecuencia de haber sido víctima de un robo representaron 61 por ciento de los costos económicos del objeto sustraído.
Los gastos a consecuencia de daños a la salud, 3.4 por ciento; y las medidas preventivas (como tener que cambiar puertas, ventanas, cerraduras o candados, así como colocar rejas, entre otros), representaron 31.6 por ciento del gasto.
Pese al crecimiento que han tenido, la intención de la empresa aún no está en la internacionalización.
“Este tipo de negocios una vez que ya se tiene dominada la parte de administración de riesgos, lo importante es mantener un periodo de estabilidad y de buena reputación, que hemos logrado y este año será nuestro foco, finalizó el empresario.
CLAVES
CONCIENTIZACIÓN
Las empresas suelen ver las cajas de seguridad como un gasto y no como una inversión.
HURTOS
El Inegi informó que en 2018 las pérdidas económicas a consecuencia de haber sido víctima de un robo.
SEGURIDAD
StrongMax utiliza tarjetas de proximidad, números confidenciales, llaves y tecnología biométrica.
COSTO
La renta de este tipo de servicios puede estar en los 4 mil 500 peso al año.