La agencia calificadora Standards y Poor's (S&P) ratificó las calificaciones soberanas de México en moneda extranjera y local en BBB y BBB+, respectivamente, pero además cambió la perspectiva a estable de negativa.
En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la firma con sede en Nueva York destacó que esta decisión sucede a pesar de las presiones inflacionarias que ponen en riesgo la economía global, principalmente a Estados Unidos.
“Esperamos que continúe la ejecución cautelosa de las políticas fiscales y monetarias de México en lo que resta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que el índice de deuda neta del gobierno se mantenga estable”, destacó la firma.
Reconocen que también ayudó a mejorar su perspectiva soberana sobre el país el hecho de que el ciclo político y la polarización en el Congreso no permitirá que se aprueben iniciativas constitucionales que presionen el entorno de negocios.
“La perspectiva estable también ya considera los complejos desafíos fiscales de Pemex y CFE. La cautelosa ejecución fiscal de la deuda soberana, la menor incertidumbre sobre la política energética y los avances en la inversión del sector privado relacionada con el comercio, ayudan”, explicó S&P.
Incluso cambió SyP de negativa a estable la perspectiva sobre las calificaciones de las empresas productivas del Estado.
Esperan que la deuda neta del gobierno se mantenga por debajo de 50 por ciento del PIB y que la posición externa del país siga siendo una fortaleza crediticia.
“México tiene un perfil externo sólido, como lo indica su historial de déficits moderados en cuenta corriente y un giro temporal hacia superávits derivado de la pandemia. Un tipo de cambio flexible y el régimen de objetivos de inflación respaldan la credibilidad y flexibilidad de su sólida política monetaria”, refieren.
Esta sería la segunda calificadora que modifica su perspectiva sobre México, en abril pasado HR Ratings mantuvo la calificación de México en BBB+ y cambió la perspectiva de negativa a estable.
El presidente Andrés Manuel López Obrador escribió en su cuenta de Twitter sobre la ratificación crediticia de México por parte de la calificadora S&P. De acuerdo con una nota que le fue enviada por el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, “lo más importante, que cambió la perspectiva de negativa a estable. La calificadora SyP tenía a México con esta perspectiva desde hace poco más de un año.
“Esta modificación es importante porque cuando un país tiene una perspectiva negativa, es probable que exista una reducción de la calificación. Además, brinda mayor certidumbre a los inversionistas de que no habrá una baja de la calificación en los siguientes meses —usualmente en los próximos 12— a menos de que suceda algún evento extraordinario. La calificadora está reconociendo la estabilidad y la prudencia fiscal y monetaria que promueve esta administración. Casi todas las calificadoras nos ratifican y establecen estables”.
El Presidente aclaró que fue el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O (que tiene covid), quien pidió a Yorio mandarle la información.
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Riesgos
Standards y Poor's considera que los principales riesgos para el desempeño fiscal de la calificación soberana se derivan del débil perfil financiero de las empresas estatales de energía, aunque saben que el gobierno federal no garantiza su deuda.
“Continuamos viendo la probabilidad de que el gobierno brinde un apoyo extraordinario a Pemex y CFE, como refuerza su apoyo bridando recientemente (...) Actualmente, evaluamos los pasivos contingentes de estas empresas no financieras como limitados”, detallan.
Además de que los pasivos contingentes del sector financiero también son limitados, “clasificamos a México en el grupo '5' de nuestro Análisis de Riesgos de la Industria Bancaria por País (BICRA, por sus siglas en inglés), donde '1' corresponde al grupo de menor riesgo y '10' al de mayor riesgo”, explicaron.
Consideran que el sistema financiero de México está bien capitalizado y es muy líquido, y resistió la pandemia; el crecimiento del crédito se desaceleró en medio de la pandemia y esperan que los préstamos al sector privado sumen por debajo de 30 por ciento del PIB.
Perspectivas
La agencia de calificación de riesgo estadounidense espera que México tenga un crecimiento del PIB real de 1.7 por ciento para este año, para 2023 que sea de 1.9 por ciento, y ya para 2024 y 2025 de 2.1 por ciento.
Comentan que la demanda de Estados Unidos es el motor del crecimiento impulsado por las exportaciones, y las remesas récord de trabajadores en el extranjero respaldan el consumo en el segmento de ingresos más bajos.
S&P agregó que la desaceleración en la actividad económica de Estados Unidos y una política monetaria más estricta podrían limitar el crecimiento este año y el próximo, aunque la recuperación del turismo y de los servicios locales de los efectos de la pandemia deberían brindar apoyo.
Además de que la clave para fortalecer el crecimiento es una inversión más robusta, en particular la privada, y reformas destinadas a aumentar la productividad en toda la economía.
Dicen que algunas de las iniciativas de política del gobierno pesan sobre la confianza del sector privado y tensaron la relación.
“En nuestra opinión, esto es resultado del escepticismo del sector privado sobre la estrategia de crecimiento de la administración, que incluye un mayor rol para Pemex y la CFE en los sectores de energía y electricidad.
“Sin embargo, representantes del sector privado continúan dialogando con el gobierno en paquetes relacionados con infraestructura, incluidos algunos proyectos en energía, así como en la reforma a las pensiones y la reforma de la subcontratación en los dos últimos años”, explicaron.
Por otra parte consideran que la inversión extranjera directa, dirigida principalmente al sector manufacturero, se mantiene sólida durante los últimos cinco años con pocos cambios en la composición de sectores ecológicos, reinversión y los llamados préstamos interempresariales.