Así como se miden normalmente, a través de indicadores, diferentes temas políticos y económicos para tomar decisiones de política pública o dentro de las empresas, se debe empezar a medir la felicidad de los empleados, señaló el director del Centro de Estudios sobre el Bienestar de la Universidad de Monterrey (UDEM), Luis Enrique Portales Derbez.
Dichos indicadores podrían ser útiles para la toma de decisiones en diferentes niveles de gobierno y en las empresas, insistió el profesor de la Escuela de Negocios de la universidad, quien señaló que las tendencias mundiales en los estudios sobre la felicidad se orientan hacia índices de desarrollo humano y no al aspecto económico.
Argumentó que tomar en cuenta este tipo de información podría ayudar a mejorar la calidad de vida de los trabajadores, como el caso de Finlandia, en donde se incrementó el índice de suicidios por depresión, por lo que se hicieron estudios sobre las condiciones del entorno que llevaron a la gente a un estado depresivo e implementaron programas para combatir la problemática, hasta que mejoraron los niveles de bienestar y felicidad.
“[...] estos datos deberían estar preocupando a las empresas, porque la tendencia de depresión laboral en los últimos años se ha dado a la alza: entonces, se espera que a unos cinco, seis años más, se vuelva como una epidemia la depresión laboral, entonces estos indicadores y estas encuestas aplicadas a un contexto organizacional deberían estar utilizándose para tomar decisiones”, argumentó el catedrático.
Lamentó que en la entidad no existan estadísticas sobre felicidad, y solo algunos estudios con variables más bien vinculadas al bienestar. Y que según estadísticas del 2018, México llega a la Celebración del Día Internacional de la Felicidad (el próximo 20 de marzo) en el lugar número 24 en términos de felicidad, mientras que en términos de Producto Interno Bruto (PIB) en el lugar 15.
Portales Derbez explicó que casi todos los indicadores en los años noventa y dos mil tienen que ver principalmente con la parte económica, PIB e ingreso per cápita, pero en los últimos años se han dado cuestionamiento al procedimiento que tuvo como modelo de desarrollo exclusivamente basado en indicadores económicos.
Tener este tipo de información puede ayudar a los gobiernos y líderes empresariales a tomar mejores decisiones ya que, insistió, las investigaciones sobre la felicidad debe servir a todos los sectores para tomar decisiones sobre cómo contribuir a una sociedad más estable, más enfocada hacia el bienestar, más justa y donde todos puedan convivir mejor.