Acabar con las leyes y prácticas discriminatorias que impiden a las mujeres trabajar o crear empresas podría aumentar el Producto Interno Bruto global en más de 20 por ciento, lo que duplicaría la tasa de crecimiento en la próxima década, afirmó el Banco Mundial.
El décimo informe anual del BM sobre la mujer, la empresa y el derecho muestra que, por término medio, las mujeres sólo gozan del 64 por ciento de la protección jurídica que tienen los hombres, y no el 77 por ciento estimado anteriormente, y que ningún país, ni siquiera los más ricos, ofrece una igualdad de oportunidades real.
La cifra más baja refleja importantes deficiencias reveladas por la inclusión de dos nuevos indicadores -seguridad y cuidado de los hijos-, además de la retribución, el matrimonio, la paternidad, el lugar de trabajo, la movilidad, el patrimonio, el espíritu empresarial y las pensiones.
El informe evaluó por primera vez la forma en que 190 países aplican las leyes existentes para proteger a las mujeres, encontrando lo que denominó una brecha "escandalosa" entre las políticas y la práctica.
"Las mujeres tienen el poder de impulsar la tambaleante economía mundial", afirmó Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial, quien apuntó que las reformas para evitar la discriminación se han ralentizado.
Cadena de obstáculos para el desarrollo laboral y económico
Según el informe, entre los obstáculos que enfrentan las mujeres a la hora de incorporarse a la población activa mundial figuran las barreras para crear empresas, las persistentes diferencias salariales y la prohibición de trabajar de noche o en empleos considerados "peligrosos".
Según el informe, las mujeres apenas disponen de un tercio de la protección jurídica necesaria contra la violencia doméstica, el acoso sexual, el matrimonio infantil y el femicidio en los 190 países estudiados.
El acoso sexual está prohibido en el lugar de trabajo en 151 países, pero sólo 40 tienen leyes que lo prohíben en lugares públicos.
"¿Cómo podemos esperar que las mujeres prosperen en el trabajo cuando es peligroso para ellas el mero hecho de desplazarse al trabajo?", afirmó Gill.
Las mujeres también dedican una media de 2.4 horas más al día que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado, gran parte del cual consiste en cuidar a los niños, y sólo 78 países han promulgado normas de calidad que regulen los servicios de guardería.
El adelanto de la edad de jubilación de las mujeres, a pesar de que viven más que los hombres, también limita sus ingresos.
"Debido a que reciben un salario más bajo mientras trabajan, se ausentan del trabajo cuando tienen hijos y se jubilan antes, acaban percibiendo unas pensiones más reducidas y una mayor inseguridad económica en la vejez", destaca el informe.
PML