Los planes filtrados para la Superliga europea muestran un esfuerzo sin precedentes para limitar los crecientes salarios de los jugadores y compartir la riqueza entre los clubes de futbol más ricos.
Las medidas, que van desde acuerdos de reparto de los ingresos y estrictos límites de gastos, fueron confirmadas por el Financial Times y se parecen mucho a la estructura de las principales ligas deportivas de Estados Unidos.
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Una docena de los clubes más importantes de futbol, entre ellos el Real Madrid de España, el AC Milan de Italia, se inscribieron para unirse a la competición disidente que amenaza con destruir las estructuras de poder existentes en el deporte más visto del mundo.
A pesar del alboroto entre los aficionados, los políticos europeos y los comentaristas de futbol, los clubes de la Superliga siguen adelante con un proyecto que creen que recaudará más de 4 mil millones de euros con los derechos de transmisión y patrocinios por temporada. Esa cifra es aproximadamente el doble de la de la Champions League, la competencia de clubes más importante del continente que la Superliga está diseñada a reemplazar.
¿Cómo se repartirá el dinero en la Superliga europea?
De acuerdo con las personas familiarizadas con los planes, los 15 “clubes fundadores” de la Superliga compartirán 32.5 por ciento de estos ingresos comerciales. Otro 32.5 por ciento se va a distribuir entre los 20 equipos participantes, incluyendo los cinco equipos invitados a jugar en la competencia cada año. Veinte por ciento de los ingresos se van a asignar por “mérito” o van a depender del desempeño en la competencia. El 15 por ciento restante se va a compartir en función del tamaño de la audiencia de la transmisión.
Una persona que está involucrada directamente en el acuerdo dijo que el modelo de distribución garantiza que el ganador de la competencia solamente reciba poco más de 1.5 veces más que el equipo que quede en el fondo. En comparación, esa proporción en La Liga de España está más cerca de 3.5 veces. Sin embargo, a los clubes también se les permitirá conservar todos los ingresos de los boletos y los acuerdos de patrocinios del equipo.
El diseño del modelo es muy similar a las de las ligas deportivas norteamericanas como la National Basketball Association (NBA) y la National Football League (NFL), en las que las franquicias llegan a acuerdos comerciales conjuntos, y utilizan acuerdos de negociación colectivas con los jugadores y otras medidas para equilibrar el campo de juego.
Estas son competencias “cerradas”, lo que significa que los equipos tienen garantizado su lugar todos los años, lo que asegura ingresos confiables y utilidades constantes para los propietarios.
Pero la estructura de la Superliga representa una ruptura fundamental con la forma como se rige el futbol europeo desde hace años, con su estructura de “pirámide” que garantiza que cualquier equipo, a través de los éxitos en la cancha, pueda alcanzar los premios más altos.
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La fuerza motriz detrás del proyecto es Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, quien fue nombrado presidente de la Superliga. Él señaló la crisis financiera de los clubes más importantes, muchos de los cuales sufrieron fuertes caídas de ingresos debido a la pandemia y están muy endeudados, diciendo en una entrevista en la televisión española que “están arruinados”.
Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, fue nombrado presidente de la Superliga.| Foto: Especial
Otra característica en común con las franquicias estadunidenses son los estrictos límites de gastos. Los clubes de la Superliga se comprometieron a utilizar solamente 55 por ciento de sus ingresos en “gastos deportivos”, como los salarios de los jugadores, las cuotas de transferencia y de los agentes, de acuerdo con personas familiarizadas con los términos. Los clubes europeos normalmente gastan entre 70 a 80 por ciento de sus ingresos tan solo en los salarios de los futbolistas.
Pago de impuestos
Los clubes de la Superliga también firmaron una cláusula de “equilibrio de impuestos” para que el “impuesto sobre la renta sobre los sueldos se normalice y se calcule a una tasa de 45 por ciento” de acuerdo con personas con conocimiento directo de los contratos. Esto garantizaría que los clubes en España, donde los futbolistas pagan una tasa impuestos más alta que en Italia o Inglaterra, no estén en desventaja competitiva cuando se evalúan los límites de gastos.
El documento agrega que los clubes de la Superliga deben tener “ganancias anteriores positivas antes de interés, impuestos, depreciación y amortización y utilidades netas”. Esto tiene la intención de romper con la dinámica del pasado, donde muchos clubes, sobre todo los que tienen dueños ricos, han acumulado enormes pérdidas para adquirir a los mejores jugadores en su búsqueda de los títulos.
La Superliga no quiso hacer comentarios sobre los números, pero dijo que el modelo se basa en pagos “solidarios” más altos a equipos más pequeños y un esfuerzo para crear un “modelo sostenible para toda la pirámide del futbol”.
lvm