Son los modernos molinos de viento, como los visualizó El Quijote. Solo que sus aspas al rotar por el viento, generan energía. Son cinco parques eólicos en Tamaulipas y siete más proyectados que forman parte de una inversión energética que ronda los 55 mil millones de dólares.
Algo inédito en el estado. Pronto, prometen las autoridades, el estado de Tamaulipas “será vanguardia” en materia eólica. De los siete parques que vienen uno de ellos será “el más grande de Latinoamérica”, que en conjunto generarán 2 mil megavatios.
En entrevista con MILENIO, el comisionado de Energía de Tamaulipas, Andrés Fusco Clynes, informa que en conjunto con esos 12 parques eólicos “nos está dejando una derrama importante es contratos de renta de tierra superficial”, entre otros.
Con esos campos eólicos “la meta para 2019 es que una quinta parte de la generación de esta energía en el país se genere en el estado”.
Otro de los objetivos es que “los componentes del sector eólico se manufacturen en el estado y hacer valor agregado”.
Para ello, dijo, existe el compromiso de una empresa danesa “para fabricar un componente eólico: la pala, que demanda más mano de obra”. Las palas son las encargadas de recoger la energía del viento.
La promoción de la energía eólica en el estado se debe a varios factores, entre ellos sus vientos.
“Tenemos un viento constante para la producción de electricidad de más tiempo al día. El viento es una variable a nuestro favor”, destacó el funcionario.
Sin embargo, expuso que esa ambiciosa inversión de 55 mil millones de dólares se topa con un problema: falta de infraestructura en el estado.
Por ejemplo, en materia eólica “no podemos seguir trayendo parques eólicos” si no hay forma de evacuar su producto; o viene primero la infraestructura o la inversión”.
Y no solo es lo eólico, sino los procesos petroleros o eléctricos.
En tanto, se construye esa infraestructura la promesa está ahí: “hoy podemos hablar de la adjudicación de contratos energéticos. Tamaulipas está a la cabeza, pues hay comprometidos 23”. Las empresas están en la puerta y listas para la exploración energética.
El funcionario se remite a los datos que les ha dado la Secretaría de Energía. Esa inversión millonaria en dólares, “prorrateados en riesgos y tiempo”, vendrá si se logra la adjudicación de ciento por ciento de los contratos “y el trabajo calendarizado, rebasaremos los 250 mil empleos directos e indirectos a 25 o 30 años”.
Serán fuentes de empleo de todo tipo: técnicos, ingenieros, contadores y demás. Dicha inversión “va a revitalizar una economía que estuvo perdida muchos años en el estado”.
“La infraestructura que necesita Tamaulipas es un tema logístico: vamos a necesitar infraestructura portuaria, actualmente se trabaja en el proyecto del puerto de Matamoros y carreteras para el traslado de combustibles, como gas y petróleo.
Aunque no solo es infraestructura la que hace falta para ese boom que viene en materia de inversión energética.
También se promueve el conocimiento y la educación sobre temas energéticos.
Para ello se llevará a cabo en el Centro de Convenciones de Tampico del 11 al 13 de abril la EnerTam 2018.
“Será un evento global del sector energético con expositores internacionales y nacionales y la participación de 50 empresas”.
El evento es parte de la formación de profesionales y técnicos y que en la misma ruta se les promueve en las escuelas de educación media y superior del estado.
Aunado a la falta de infraestructura en Tamaulipas, está la inseguridad.
“Es una tema que se atiende día a día, personalmente por el gobernador”, destacó el funcionario local.
La estrategia es integral: mejorar la economía, generar empleos y educación. “Son políticas públicas de contenido y desarrollo local con lo que incidiremos en los índices de criminalidad y llevarlos a la baja”, destacó Fusco.
Además, reconoció que en el montaje de los campos eólicos o en la explotación petrolera en tierras de Tamaulipas “evidentemente hay roces con los propietarios de la tierra, porque no hay información de los proyectos”.
Sin embargo, mencionó que se trabaja para que esos dueños de tierra “sean los primeros en tener beneficios de esta industria que al adjudicarse un bloque el ejido tenga un beneficio económico: que el propietario de la tierra, tenga utilidades”.
Aseveró que, por ejemplo, en materia de hidrocarburos al llegar la etapa de extracción, los dueños de las tierras, los ejidatarios “en ese momento, tendrán un derecho a la contraprestación de utilidades; antes, en el momento que afecten tu terreno ya derecho a la contraprestación comercial por el solo hecho de ocupar superficialmente la tierra”.