A 83 años de la nacionalización de la red ferroviaria, luego la privatización en el 95 y la desaparición del servicio de pasajeros, el transporte de carga por tren en la zona sur no ha tenido mucho crecimiento, apenas el 17 por ciento de lo que sale de los puertos se hace por esta vía y hace años que las empresas concesionarias no hacen inversiones importantes.
En la zona sur son dos las empresas encargadas de operar las vías, darles mantenimiento, mover los patios, reparar la maquinaria y hacer funcionar los talleres, son Kansas City Southern y Ferromex.
La primera hizo un presupuesto para inyectar capital y hacer crecer su infraestructura por 127 millones de dólares para el 2020, mientras que la segunda lo hará por 466 millones de dólares, sin embargo ninguna tiene un proyecto para las instalaciones de la zona sur de Tamaulipas.
En enero el director general de la Administración Portuaria de Altamira, José Manuel Latapí, reconoció que la infraestructura ferrocarrilera ha estado pausada por varios años en Altamira y Tampico, pues las concesionarias hace años que no realizan inversiones importantes en el ramo.
En ese momento el funcionario federal aseguró que era Altamira el que más ocupaba que se aterrizaran proyectos en los ferrocarriles, pues tiene una gran cantidad de volumen y se ha visto saturada en los últimos años.
Sin embargo, de acuerdo con las estadísticas, el campo de acción para los ferrocarriles es una gran oportunidad, pues por ahora solo el 17 por ciento de la carga sale por esta vía de comunicación, sin embargo en el resto del país es un 40 por ciento.
“En breve estarán nuevamente con nosotros para ampliar más sus proyectos, están interesados en invertir porque no han hecho gran inversión en el puerto de Altamira, tenemos esa parte que a veces no se tiene todo el desalojo de la carga eficientemente, lo que vemos es que esta situación de la infraestructura podría provocar una reunión con ellos para ahondar en el tema“, dijo Latapí en enero.
Desde el 2018 está en planes un gran centro de almacenaje de combustible en Altamira, con una capacidad operativa de 480 mil 824 barriles, más de 76 millones de litros, sin embargo el proyecto lleva dos años sin concretarse todavía, para el mismo la empresa Kansas City Southern ofrecería el servicio de transporte, y se había planeado una transformación completa de sus patios y por supuesto modernización de su infraestructura, pero hasta el momento ninguno de los dos proyectos se ha consolidado.
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Ramón Ontiveros Villegas, secretario de organización del Sindicato de trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana de la Sección Seis, explicó que en la actualidad hay 110 trabajadores activos en Ciudad Madero, pero se esperaba que con la llegada del centro de almacenaje de combustible hubiera apertura de nuevas plazas laborales, pues el trabajo aumentaría en un 100 por ciento.
Apenas empezando el 2020 se anunció un nuevo proyecto, los empresarios gasolineros pretenden mover más de un millón de barriles desde Altamira a zonas como el noreste y bajío de la República Mexicana por ferrocarril, lo cual constituye una primera fase de distribución de combustible importado. Para ello, se negocia con Kansas City Southern y Ferromex para iniciar con el traslado a medianos de este año, lo que se pretende ocurra en el segundo semestre del año.
En espera del tren huasteco
Desde el 2018 se ha propuesto un proyecto para que regrese el tren de pasajeros, él recorrería de San Luis Potosí a Tampico, con conexiones en Cerritos-Valles o de Tamasopo-Valles, pues ahí sería el centro de distribución del turismo.
La inversión sería de 150 millones de pesos, dijo Julio Ribera Chavira, originario de Tamasopo, quien es su creador y principal promotor.
Indicó que hay una empresa que elabora vagones de tren, que está interesada en poner dos maquinas, los inversionistas ya trabajaban con Kansas City, que es la concesionaria de esa vía de ferrocarril y el funcionamiento de este tren no interferiría en nada con los trabajos del de carga, pues en principio sería solo en temporadas vacacionales.
Julio Ribera Chavira dijo que estaban planeadas algunas reuniones con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como la de Turismo, sin embargo por la contingencia de coronavirus no se han podido llevar a cabo, pero aseguró que poner en marcha el proyecto es cuestión de voluntad de las autoridades, para que den todas las facilidades, y luego de la empresa concesionaria.
Indicó que con el proyecto del tren maya a ellos les dio mucha esperanza, pues significa que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ve en estas vía de comunicación un potencial turístico muy alto, que en lo que se basa la propuesta del tren huasteco.
Traslado seguro por excelencia
Lo que más se mueve por los trenes de carga es el combustible, dijo Ontiveros Villegas, luego partes automotrices, plásticos, entre otras cosas que se producen o necesitan como materia prima para las industrias de Altamira, o bien lo que llega por barco y ocupa irse al centro o norte del país.
El integrante del sindicato indicó que el tren sigue siendo un vehículo para mover carga por excelencia, en primera porque tiene menos número de accidentes y luego porque puede mover mucho mayor volumen que un camión, con una diferencia de 18 a 80 toneladas por viaje.
Cabe señalar que para hacer más competitivo en cuanto a cantidad de carga al transporte por carretera, se han implementado los doble Full, generando una gran cantidad de accidentes, por lo que hay cuatro estados del país que quieren prohibir su circulación. Explicó que son los trabajadores de Ciudad Madero los que se encargan de trabajar los patios, dar mantenimiento a las locomotoras y carros, mientras que los de Tampico del manejo de maquinaria y estructura de vías del tren.
Antes de que llegara la privatización del Ferrocarril, en la zona había cuando menos unos 2 mil trabajadores, sin embargo con la llegada de las empresas privadas también llegó la modernidad y muchos fueron jubilados o bien despedidos.
“Antes se ocupan hasta seis para ir en un viaje de carga, ahora pueden ir solo dos o tres personas, por eso se ha ido reduciendo el personal”.
La efeméride se conmemora cada 24 de junio
El 23 de junio de 1937, el Presidente de México, Lázaro Cárdenas, en Palacio Nacional, con fundamento en la Ley de Expropiación de 1936, decretó la nacionalización de los Ferrocarriles Nacionales de México y ya en el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, por una aparente deterioro del servicio de los ferrocarriles que había expropiado Lázaro Cárdenas, se privatizó el servicio, se fue el de pasajeros, que prestó su último viaje el 27 de septiembre del 97, y quedó solo el de carga, en la zona sur.