La “nueva normalidad” ha significado un respiro a comercios de giros no esenciales al dejarlos trabajar con ciertos requisitos de higiene; sin embargo, también ha evidenciado el impacto real del covid-19 hacia los propietarios de negocios, quienes han llenado sus locales con letreros de “se renta”.
Cifras de la Cámara Nacional de Comercio en Tampico estiman que “el 25 por ciento” de los negocios no se podrá recuperar tras el periodo de cierre, tomando en cuenta que hay en promedio 2 mil empresas pequeñas y medianas en la zona centro y puntos cercanos, por lo cual la afectación es a uno de cada 4 debidamente establecidos.
“En el primer cuadro nunca habíamos visto tantos negocios cerrados, son muchos los que decidieron cerrar o se cambiaron de lugar, nada más hay que recorrer el centro y se van a dar cuenta”, aseguró el comerciante Héctor Estrada, uno de los locatarios que sí pudieron abrir tras el permiso de la autoridad.
En el centro de Tampico comenzaron a abrir zapaterías, tiendas departamentales y negocios no esenciales durante la contingencia tras la luz verde de autoridades estatales, pero otros aún se mantienen cerrados y la imagen se replica en cada cuadra.
La imagen de una cortina abajo no está sola, viene acompañado de carteles de “se renta” o “se vende”.
No hay cuadra del centro que no refleje el duro golpe a la economía por la contingencia sanitaria, en algunas de las calles Tamaulipas, Benito Juárez, Aduana, Altamira, Obregón, entre otras, hay hasta tres locales cerrados en el inicio de la segunda semana de la “nueva normalidad”.
De cada 10 locales cerrados 9 tiene letreros de “se renta” y el resto dice “se vende”, la mayoría pequeños locales con rentas que oscilan desde los 12 mil pesos hasta los 25 mil pesos, por tratarse de una de las principales zonas de la ciudad en materia comercial, al ser el punto de reunión diario de miles de personas.
El regreso a la actividad de los negocios no esenciales ha sido difícil, porque quienes decidieron emprender la aventura de abrir deben afrontar las complicaciones que esto representa: desde contribuir a la estadística de contagios hasta batallar en adquirir el equipo de prevención requerido por la autoridad de salud.
Las organizaciones camarales refieren que la pandemia impactó a los negocios más pequeños de la zona centro: peluquerías, aplicación de uñas, ventas de celulares, sex shops, jugueterías, tiendas de ropa, artículos electrónicos, entre otros. Sin embargo, la afectación de pequeños negocios se van a encontrar por diversos puntos de la avenida Hidalgo, la Zona Dorada y al interior de las diversas colonias del puerto.
Ahogados en deudas
Hasta cuatro mil pesos le costará a los empresarios y microempresarios de Ciudad Madero el poder abrir las puertas de sus negocios en la nueva normalidad, así lo informó Héctor Limón Galindo, presidente de la Cámara Nacional de Comercio local.
Sostuvo que actualmente todos los 300 socios se encuentran adquiriendo los termómetros láser, tapetes desinfectantes, gel antibacterial, cubrebocas, mascarillas y guantes. Por otro lado, al menos 600 restaurantes de la zona sur reabrieron sus negocios pero endeudados y ahora buscarán que las ventas les den para salir del “agujero” en el que han caído por la contingencia del covid-19.
El presidente de la Asociación de Empresarios Restauranteros, Reyes González del Ángel, señaló que el 30 por ciento de los dos mil restaurantes de la zona solicitaron recursos para no “morir” y ahora reinician actividades con todas las normativas de sanidad aunque siguen en la cuerda floja.
El empresario restaurantero Sandro Alberto Bribiesca Sánchez del negocio “El Buffetito” en Altamira, señaló que abrió con menos de la mitad del personal. “Pedimos dos préstamos, pero todo eso ya se gastó en lo operativo, ahora que volvemos a las actividades debemos de cubrir ese compromiso. En cuanto a los empleados se turnan cada semana, para que todos puedan trabajar y llevar algo a sus hogares”.