Tecnológico de Monterrey firma declaración Hamburgo 2021

El acuerdo, en el que participan 46 líderes universitarios, rectores, presidentes y decanos de instituciones de educación, busca solucionar los retos medioambientales y afrontar la crisis ecológica global.

Tec de Monterrey. Foto: Jorge López.
Esther Herrera
Monterrey /

El Tecnológico de Monterrey firmó la Declaración de Hamburgo 2021, un acuerdo mundial para afrontar la crisis ecológica global, cuyo objetivo es buscar soluciones a los retos medioambientales.

En el marco del foro internacional Global University Leaders Council Hamburg 2021 que reunió a 46 líderes universitarios, rectores, presidentes y decanos de instituciones de educación superior de varias naciones, se comprometieron a promover la investigación y la enseñanza interdisciplinaria sobre el desarrollo sostenible y el cambio climático en todos los campos académicos de estudio.

También propusieron hacer planes para alcanzar la neutralidad de carbono en los campus y buscar opciones sostenibles para la gestión continua, como el reciclaje, la energía renovable y la reducción del consumo o neutralización del agua.

David Garza Salazar, rector y presidente ejecutivo del Tecnológico de Monterrey, expresó que las universidades son vistas como actores clave y contribuyen a la mejora y el bienestar de las comunidades.

"Gracias a la confianza que la sociedad deposita en nosotros, las instituciones de educación superior podemos intensificar el alcance y el impacto de los proyectos de sostenibilidad y acción climática en educación, investigación e innovación, y fomentando la creación de agendas en común", agregó Garza Salazar.

Durante el foro organizado por la Conferencia de Rectores Alemanes, la Fundación Körber y la Universidad de Hamburgo, Esther Duflo, premio Nobel de Economía 2019, impartió una conferencia magistral en la que señaló que las universidades desempeñan un papel crucial en acciones frente al cambio climático.

Sin embargo, aseguró que la clave para lidiar con la crisis climática no radica principalmente en la innovación tecnológica, sino en las acciones colectivas que deben ser controladas por los gobiernos del mundo.

"Sobreestimamos las maravillas de la tecnología y subestimamos la capacidad de las personas para iniciar el cambio. Las universidades e institutos podrían apoyar a esto, por ejemplo, llevando a cabo proyectos de investigación con tomadores de decisiones internacionales que sustenten esas acciones", comentó Duflo.

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