Kilo de tortilla se encarece 4%, acusan comercios afiliados a la Anpec

Los estados en donde se vende el kilo de tortilla más caro son: Guerrero, Colima, Tamaulipas, Veracruz, Nayarit, Morelos, Jalisco y Nuevo León.

Aumento en precio de las tortillas afecta a familias mexicanas. (Roberto Hurtado)
Ciudad de México /

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) realizó un sondeo de mercado en el país respecto al costo del kilo de tortilla en los distintos estados y encontraron que el precio de este producto va al alza de enero a febrero de 4 por ciento en números cerrados.

"Así como lo informamos oportunamente respecto al encarecimiento del huevo, cuyo precio promedio nacional pasó de 37 pesos el kilo a rondar los 60 pesos en menos de quince días, ahora toca hablar del precio del kilo de la tortilla que sigue al alza y en el último mes ha incrementado su costo en 4 por ciento", detalllaron.

En su estudio de mercado encontraron que los estados en dónde más cuesta el kilo de tortillas son Guerrero (30 pesos), Colima (28 pesos), Tamaulipas (27 pesos), Veracruz, Nayarit, Morelos, Jalisco (26 pesos) y Nuevo León (25 pesos).

“Esto demuestra y confirma que aún no se tiene una recuperación económica sólida. El encarecimiento de la tortilla, alimento toral en la dieta de los mexicanos, es igual o más doloroso que el del huevo. Sobra decir que nuestro pueblo tiene la cultura del consumo de maíz, por ello se puede afirmar como sentencia la máxima que ‘sin maíz no hay país’”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de Anpec.

Rivera recordó que antes del covid el kilo se encontraba su precio entre los 10.30 pesos y los 10.70 pesos. En la actualidad, triplica su precio al que tenía antes de pandemia.

Y que los factores que explican la constante alza de precio de este alimento son la guerra entre Rusia y Ucrania, principales productores del grano de maíz, el incremento del costo energético en servicios fundamentales para su producción (gas natural y energía eléctrica), encarecimiento de la mano de obra, inseguridad carretera que eleva su suministro y abasto, la extorsión para su comercialización en muchos municipios del país, y desde luego, el bajo poder de compra de la población.

Además, de que el comercio al mayoreo y al menudeo cerró con números rojos el 2022, -1.3 por ciento y -1.5 por ciento, respectivamente, producto de la inflación que ha obligado a los mexicanos a restringir y bajar la calidad de su consumo.

“Muchas voces ubican los pronósticos en materia de inflación general y subyacente en 5 por ciento al menos. ANPEC, como Santo Tomás, paga por ver, pues seguimos desconfiando de esta versión optimista del futuro económico. Muchas veces nos han entusiasmado con que las cosas mejorarán en el corto plazo y no tan sólo no mejoran, si no que empeoran”, mencionó Rivera.

Nos está costando mucho a los mexicanos contener la inflación. 

Dos medidas lo acreditan: el elevado pago de 11 por ciento de interés por el dinero para evitar fuga de capitales y el subsidio energético a las gasolinas y diésel para evitar un mayor encarecimiento en el costo de transporte de insumos y mercancías.

 Ambos conceptos son pagados a cuenta de la Hacienda Pública del país para controlar en lo posible la inflación, lo que significa que los terminamos pagando todos; sin embargo, sin estas medidas, tendríamos ahora una inflación millonaria.

A traves de un comunicado, condenaron que cincuenta millones de mexicanos no tienen el poder de compra necesario para adquirir los alimentos de la canasta básica que demandan sus familias y siguen sobreviviendo por debajo de la línea del bienestar. 38.5 por ciento de la población nacional vive una situación de pobreza laboral, sufren la precarización de su fuerza de trabajo que antes de pandemia se pagaba de mejor manera que ahora. 

Los trabajos mal pagados se han incrementado y se concentran en dos tercios del territorio nacional.

“Seguimos lejos de concretar la reactivación y recuperación económica que nos lleve a donde nos encontrábamos antes de covid. Entonces, en tanto la inflación alimentaria siga siendo el foco rojo del consumo de los mexicanos, no podemos echar campanas al vuelo ni festejar nada, no tenemos nada que nos anime", dijo.
La ciudadanía de a pie, los trabajadores, la gente del esfuerzo, los más de cincuenta millones a quienes no les alcanza para comprar la canasta básica, no registran ninguna recuperación, la ganancia no llega a sus hogares, ni siquiera alcanza para pagar lo mínimo obligado. Tal vez a la macroeconomía le empieza a ir mejor, pero a la microeconomía aún no y no hay signos de mejora a la vista”, concluyó Rivera.

srgs

  • Nilsa Hernández
  • Reportera de negocios, especializada en temas de consumo, agroindustria y comercio internacional. Egresada de la FCPyS. Soy amante de las buenas historias, las películas de terror, largas pláticas y los gatos.

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