Toshiba anunció su intención de dividirse en dos empresas en lugar de tres y también ha comunicado un alza de los beneficios con los que prevé remunerar a los accionistas en un esfuerzo por apaciguar a los inversores rebeldes.
Sin embargo, es previsible que su nuevo plan se enfrente a una gran oposición por parte de los fondos extranjeros, muchos de los cuales se han opuesto a cualquier tipo de división y preferirían que el conglomerado japonés, acosado por los escándalos, fuera excluido de bolsa.
Con la nueva reestructuración, Toshiba se limitará a separar su negocio de dispositivos, incluida su unidad de chips de potencia. Anteriormente pretendía dividirse en tres empresas: una de energía e infraestructuras, otra de dispositivos y otra de chips de memoria "flash".
Toshiba también pretende aumentar la remuneración de los accionistas hasta los 300 mil millones de yenes, unos 2 mil 600 millones de dólares, en los próximos dos años, frente al objetivo anterior de 100.000 millones de yenes.
Las acciones del conglomerado industrial cerraron con una subida del 1.6 por ciento tras la noticia.
MRA