Nilsa Hernández
Mantener unida a una empresa y a la familia no es fácil, por lo que Joaquín Vargas Guajardo considera como su mayor legado, luego de tres décadas como presidente del consejo de administración, la institucionalización de Corporación Mexicana de Restaurantes, ahora identificada como CMR.
“Conciliar lo que es el corazón, lo que es la familia y la razón, no es una tarea fácil y después de estos 30 años considero que esto es lo que indica hacia dónde es el crecimiento: la institucionalización”, relató a MILENIO.
La unión de él y sus hermanos, herederos del empresario y fundador de estas compañías, José Joaquín Vargas Gómez, fue fundamental para su supervivencia. Joaquín Vargas tomó las riendas tras el “error de diciembre” de 1994, cuando se desplomó el peso frente al dólar.
“Empecé a hacer exactamente lo mismo que todas las demás compañías, institucionalizarse y promover su expansión. Ese fue el inicio de mi presidencia que terminará el próximo viernes”, destacó el empresario que entregará la estafeta a su hermano Alejandro.
Sobre el futuro del país, expone que es importante saber adaptarse a la nueva realidad nacional; “el primer reto es entender a este nuevo México”.
Sucedió en el Villa Lorraine
Su historia como presidente del consejo de administración comenzó cuando se reunió con su padre y sus hermanos en un restaurante del sur de la Ciudad de México, justo cuando se anunció la gran devaluación de diciembre de 1994.
“Nos juntó a todos en un restaurante que se llamaba Villa Lorraine, que hoy se llama Los Almendros, a las 5 de la tarde y desde ahí dijo 'yo ya me voy, aquí se queda Joaquín' se levantó y se fue. Yo le dije: 'oye no, espera, esto no es así de ya me voy', le dije; 'tú puedes hacer eso porque eres el fundador, pero nos has inculcado la unidad familiar y si tú te vas así lo más seguro es que vamos a acabar en algún pleito”.
Joaquín Vargas cuenta que lo primero que le pidió a su padre fue que les heredara en vida, porque en ese entonces ya había muchos negocios alrededor del grupo; además de reglas, como el imponer un periodo de cuatro años en la presidencia, con posibilidad de reelección.
“Con esas reglas, el 2 de febrero de 1995 yo tomé la presidencia del grupo y lo primero que hice fue formar una empresa corporativa, una unidad corporativa y en atención a mi papá le puse JV Corporación. Mi papá tiene el mismo nombre que Joaquín, mi hijo y el mío, y así empezamos. Formé una gerencia en recursos humanos para institucionalizar en el grupo que todo el mundo tuviera prestaciones, un seguro social y que pudiéramos pensar a nivel grupo; además de centralizar las finanzas”, recordó.
Apuesta por el internet
Otro momento importante para sus empresas se presentó en el año 2000 con la burbuja del internet.
“Un amigo muy querido, Armando Garza Sada (presidente del conglomerado Alfa) me dijo: 'oye, perdón que me meta, pero tú no puedes saber de recetas de hamburguesas, de programación de la radio y televisión y ahora te metes al internet. Lo que debes de hacer es que esa cobija que tú cargas, la deben tomar cada uno de tus hermanos agarrados de una esquina y tú de otra; de tal manera que el peso y la responsabilidad la compartas y que ese peso se distribuya entre todos, pero al mismo tiempo dándoles a mis hermanos, un espacio para brillar”, recordó.
Joaquín Vargas también institucionalizó el que los hermanos, ya como líderes de negocios distintos, reporten “no a mí, sino a un consejo de administración”.
“Luego de eso empezamos a incursionar en negocios de alta tecnología, pero sin poner en riesgo todo el patrimonio familiar. Eso también fue una gran decisión, porque nos permitió invitar a socios importantes como Intel Capital o Eco Star, empresas de alta tecnología, todas públicas cotizando en Nasdaq, pero con un potencial infinitamente superior al que teníamos”.
Aunque años más tarde, en 2013, tuvieron que entregar parte del espectro que tenían por lo que no pudo avanzar este negocio.
Herencia
El presidente del consejo de administración de CMR apuntó que otro momento importante fue cuando en 2017 acordaron delegar a la tercera generación familiar la responsabilidad de desarrollo y expansión de nuevos negocios del grupo.
“Gracias a eso hoy participamos en rubros que a mí no se me hubieran ocurrido, porque cambian no solo los ejecutivos: los clientes, todo va cambiando. Y es cuando encuentras que para los millennials sus tres prioridades son las últimas nuestras”, explicó.
Sin embargo, reconoció que hay cosas que le faltó avanzar durante su mandato. Por ejemplo, la competencia con las plataformas digitales de contenido, algo que presionó a un recorte de personal; “llegamos a 18 mil personas en la compañía y hoy somos 12 mil”.
También considera que se ocuparon en invertir 100 por ciento en México, por lo que ahora tienen una oportunidad el expandir sus empresas en el extranjero.
Pandemia
La última gran crisis que enfrentó Joaquín Vargas Guajardo fue la pandemia, que lograron librar gracias a sus estrategias de recursos humanos.
“Es una idea que tuvo Joaquín (su hijo) de decir 'así como hay segmentos a los que les está yendo muy mal, hay a los que les va muy bien como los supermercados', entonces se firmó (un convenio) con Walmart y les mandamos prácticamente a toda la nómina de los restaurantes y la gente que está en piso. Nos rentó varios meses, más de un año, eso nos aligeró mucho los costos”.
“Después de eso empezamos a ver qué se podía reestructurar, pues recién habíamos comprado Sushi Itto, entonces nos agarró con una deuda fenomenal y sin ingresos, pero en HSBC se portaron de primera; nos ayudaron a hacer una reestructura condicionada a que los accionistas pusieramos capital, afortunadamente todos los accionistas de CMR estuvieron de acuerdo y esto nos permitió volver a poner capital semilla”, recordó.
“Eso llevó a cerrar 40 restaurantes de golpe y eliminar personal administrativo, no hubo de otra”.
Tras vencer esos retos, Joaquín Vargas entregará la estafeta de CMR, que en el segundo trimestre de 2024 (qué concluyó el 30 de junio) reportó ingresos por 925.9 millones de pesos, que representa un crecimiento de 2.5 por ciento contra el mismo trimestre del año anterior, operando marcas como Wings, Sushi Itto, Chili’s, entre otras más que este viernes inician una nueva era.