Minería en busca de recuperar su brillo tras el coronavirus

Edición Fin de Semana

La minería suspendió actividades dos meses por la pandemia, por lo cual una caída de la producción menor a 16 por ciento será un buen resultado.

Los principales productores del país registró variaciones negativas en prácticamente todos los minerales (Especial).
Roberto Valadez
Ciudad de México /

Pruebas rápidas de detección, cierre de espacios recreativos, reducción en las operaciones de extracción y fuertes medidas de prevención sanitaria son la nueva normalidad con la que la industria minerometalúrgica inicia nuevamente sus actividades.

Al celebrar este 11 de julio el Día del Minero, Francisco Quiroga, subsecretario de Minería de la Secretaría de Economía, indicó que no se puede soslayar que el sector suspendió actividades dos meses por la pandemia, por lo cual una caída de la producción menor a 16 por ciento será un buen resultado.


Esta industria que contribuye con 4 por ciento del producto interno bruto nacional y genera alrededor de 2.3 millones de empleos directos e indirectos, abre con los precios de los metales en aumento gracias a que el mercado espera que suba la demanda, ante una mejor expectativa económica y a que es uno de los principales proveedores de insumos para fabricar productos médicos y farmacéuticos, y de telecomunicaciones.

Aunque el precio del oro cayó ayer, cerró con su quinta ganancia semanal consecutiva. Según Reuters, el oro al contado bajó 0.3 por ciento a mil 797.85 dólares la onza, con un avance acumulado de 1.4 por ciento en la semana y tras tocar el miércoles su máximo desde septiembre de 2011, a mil 817.71 dólares. La plata cotizó con pocos cambios a 18.66 dólares la onza, tras escalar en la víspera a máximos desde septiembre de 2019 y completó su quinta semana seguida de alzas.

“La constante inyección de liquidez en el mercado sigue siendo el factor positivo más destacado, ya que el dólar se ha estado debilitando y respaldando los precios de las materias primas, sobre todo del oro y la plata”, dijo David Meger, de High Ridge Futures, firma de corretaje privado.

Impacto en la producción

De acuerdo con las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en abril, el primer mes de confinamiento, el volumen físico de la producción minerometalúrgica del país bajó 24.4 por ciento respecto a marzo, con base en cifras desestacionalizadas. En su comparación anual, el índice tuvo una caída de 25.2 por ciento.

La producción minerometalúrgica incluye todas las actividades de extracción, beneficio, fundición y afinación de minerales metálicos y no metálicos.

La producción minera (referida solo a las actividades de extracción y beneficio de minerales metálicos y no metálicos) de los principales productores del país registró variaciones negativas en prácticamente todos los minerales, salvo el azufre. La extracción de oro cayó 49.28 por ciento; la de plomo 64.56; zinc 60.17; y de la plata 41.15 por ciento.

En el caso particular de los metales preciosos, durante el cuarto mes del año la producción nacional de oro ascendió a 3 mil 349 kilogramos en comparación con los 6 mil 603 extraídos en marzo; de plata se extrajeron 183 mil 833 kilos en comparación con los 312 mil 428 de un mes anterior.

De acuerdo con estimaciones de las propias empresas del sector, debido al impacto negativo provocado por el covid-19, están en riesgo de perderse 71 mil empleos y la producción en la industria registrará una caída de 17 por ciento este año.

Reinicio de actividades

Quiroga expuso que se cayó la exploración en el país y en el mundo y caerán las exportaciones mineras, pero se hace un gran esfuerzo por recuperarlas y destacó que no hay registro de cierres permanentes de empresas mineras nacionales y extranjeras por el impacto del covid-19 y tampoco se cancelaron inversiones sino que éstas se mantienen en el país.

Las mineras pararon sus actividades a comienzos de abril, tras no haber sido consideradas como actividad esencial para la economía nacional y fue hasta el 1 de junio, que a la par de la industria automotriz, pudo reiniciar operaciones con condiciones muy particulares.

Para la mina Peñasquito, en Zacatecas, la segunda más grande en producción de plata en el país, regresar a sus actividades implicó no solo aplicar estrictos protocolos sanitarios sino también reducir 50 por ciento sus operaciones para limitar el número de personas dentro de sus instalaciones.

Entrar a la mina de la empresa estadunidense Newmont Goldcorp, ubicada a tres horas por carretera desde el aeropuerto de Monterrey, Nuevo León, que todos los empleados, proveedores y visitantes pasen por un riguroso examen de salud.

Empleados, directivos, proveedores y visitantes deben pasar por un riguroso examen de salud que incluye toma de temperatura, comprobación del sentido del olfato y una prueba rápida para detección del covid-19. También deben llenar un cuestionario en el que se les pregunta sobre viajes recientes, posibles contactos con personas enfermas y el estado general de salud de la persona que responde.

En un recorrido hecho por MILENIO, José Caracheo, gerente de Seguridad, Salud, Higiene y Capacitación de la mina, explicó que se logró el restablecimiento de 50 por ciento de la producción total, por lo que solo laboran 2 mil 64 de 5 mil 200 empleados.

Quienes trabajan al interior de la mina permanecen 14 días dentro de las instalaciones y descansan 7 en sus casas con el fin de que un menor número de gente esté saliendo y entrando. El transporte de material también fue reducido y de una flota de 98 vehículos solo operan 65.

Los empleados que laboran dentro de la mina lo hacen 14 días dentro de las instalaciones y siete de descanso en sus casas. “Uno de los objetivos es que un menor número de gente esté saliendo y entrando a la mina”.

El número de unidades que transporta el material también fue reducido y de una flota de 98 vehículos solo operan 65. Además los trabajos de exploración de nuevos campos aún están suspendidos.

Antes de la pandemia, Peñasquito movía 500 mil toneladas diarias de mineral y material estéril. La cifra cayó a 300 mil.

“Si en algún momento de julio podemos incrementar el número de trabajadores y las operaciones, para final de año podemos retomar los niveles registrados previo a la crisis”, estimó Caracheo, quien tiene más de 12 años en la empresa.

Vivir en la mina

La pandemia también reconfiguró la vida social de los empleados dentro de la mina al reducir al máximo la interacción y convivencia lúdica.

“Dentro del complejo de la minera se cuenta con diversas instalaciones para el esparcimiento de la gente, como son canchas de futbol, basquetbol, gimnasio, billar e incluso una sala de cine; sin embargo, en estos momentos se ha decidido cerrarlas todas para mitigar la propagación de coronavirus”, dijo Carlos Paredes, administrador del Campamento de Peñasquito.

Mientras camina dentro de las instalaciones, supervisando que se cumplan las medidas de sanidad, Paredes explica que todas las zonas para reuniones están cerradas por ahora y solo se puede usar el campo de futbol para hacer ejercicio, siempre y cuando sea con cubrebocas.

El comedor igualmente fue modificado con la instalación de acrílicos en las mesas para separar a las personas, lo cual impide en su totalidad que los trabajadores puedan conversar.

“El aforo total que se tenía antes en este lugar era de 546 personas y ahorita son 146. Con esta nueva medida tuvimos que ajustar los horarios; antes podían estar de 45 minutos a una hora y ahora por la disminución todos debemos comer en media hora”, dijo Paredes.

Para los empleados de Peñasquito, cumplir con las medidas sanitarias es el camino para “volver a jugar un partido de futbol, billar o simplemente cocinar una rica carne asada”.

lvm

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