La Asociación Internacional de Timbres Fiscales (ITSA, por su sigla en inglés) aseguró que si México hiciera uso de tecnología de la trazabilidad en la industria del tabaco, podría recaudar 19 mil millones de pesos al año, monto que se pierde por prácticas de evasión fiscal y contrabando de ese producto.
La trazabilidad de tabaco consiste en una plataforma tecnológica que se instala en las líneas de producción de las plantas de manufactura de tabaco para registrar en tiempo real lo producido y se paguen los impuestos correspondientes, concentrando la información en un sistema independiente que lo reporta a la autoridad tributaria.
En las cajetillas se instala una estampilla, etiqueta o marca visible para mostrar que el impuesto especial ha sido debidamente pagado.
De acuerdo con ITSA, organización internacional que reúne a las empresas que proveen a los gobiernos de distintas partes del mundo de tecnología de trazabilidad, en el caso de México, si bien hay una herramienta de marcación y trazabilidad de cigarrillos vinculada y operada por la industria tabacalera (el sistema Codentify desarrollado por Philip Morris International), aún se presenta una alta evasión.
Durante el foro virtual Trazabilidad para el control de tabaco: clave para un mercado lícito y mayor recaudación fiscal en tiempos de covid-19, el presidente de ITSA, Juan Carlos Yáñez, dijo que la necesidad de programas fiscales ha aumentado dramáticamente en la pandemia del coronavirus, pues se ha visto caer los ingresos del gobierno, incrementar déficits y niveles de deuda a proporciones deslumbrantes.
Francisco Mandiola, consultor de ITSA, resaltó que estos sistemas de trazabilidad deben ser independientes a la industria tabacalera y alineados con el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) y el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, ambos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
MRA