Desde su automóvil, que acababa de precipitar por un barranco, un conductor de Uber lesionado decide reportar su accidente a la empresa de transporte privado, y desde Costa Rica, alguien contacta a las autoridades locales de Colombia, país donde ocurrió el accidente, para finalmente ser rescatado.
Esta anécdota la cuenta Julián Chávez, gerente senior de operaciones del departamento de incidencias del Centro de Soporte a Usuarios de Uber, con sede en Costa Rica.
El incidente es tan solo una de las 128 mil interacciones de toda América Latina que el Centro de Soporte tiene mensualmente, las cuales son atendidas por un total de 480 colaboradores.
Si alguna vez han olvidado un objeto en la unidad Uber, si tuvieron una mala atención o desean realizar cualquier tipo de reporte que requiera una asistencia especializada, este centro da el soporte, para 1 millón de socios conductores y 30 millones de usuarios en 16 países y 179 ciudades de América Latina.
“Lo que buscamos es responder con rapidez, pero no es lo único que nos importa, lo que buscamos es calidad en el servicio, que te resolvamos el problema o que en dado caso te expliquemos por qué no se puede, eso y la seguridad de nuestros socios y usuarios es lo más importante”, cuenta Julián Chávez, quien está a cargo de un grupo de agentes.
Contrario a un centro de atención a clientes tradicional, la sede de Uber en Costa Rica busca mantener al mínimo la atención por teléfono, tratando de hacer todo el proceso a través de la aplicación, resolviendo las dudas o problemas tanto de choferes como usuarios.
Por ejemplo, el 55 por ciento de los objetos perdidos son reportados por choferes de Uber, algo que los directivos resaltan como una señal de seguridad para los usuarios.