La agresiones contra socios conductores de Uber en México se dispararon 400 por ciento en lo que va de febrero, comparado con diciembre, luego de que en los últimos días aumentara la tensión en Cancún por la inconformidad de los taxistas locales tras la entrada en operación de la aplicación de transporte privado.
Uber reveló a MILENIO que las agresiones contra sus socios conductores crecieron 200 por ciento de diciembre a enero y desde entonces no han dejado de aumentar. “A finales de enero se incrementaron aún más (300 por ciento vs finales de diciembre) y siguieron en trayectoria ascendente en febrero (400 por ciento vs finales de diciembre)”.
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Amenazas, golpizas, daño a vehículos, hostigamiento a turistas y bloqueos de vialidades son algunas de las agresiones de las que conductores y usuarios de Uber han sido víctimas en Cancún por parte de taxistas que se rehúsan a competir con la app.
De acuerdo con datos proporcionados a MILENIO por la aplicación de transporte privado, cerca de 50 socios conductores han presentado quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Quintana Roo por considerar que las autoridades locales y estatales no los están protegiendo frente a las agresiones de los taxistas.
Fue en junio del año pasado cuando, al considerar que el servicio de ofrecido a través de la plataforma de Uber es privado y no se somete a las reglas del transporte público, el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito, con sede en Cancún, le concedió el permiso a la app para operar sin concesión en Quintana Roo.
El fallo fue celebrado por Uber y en palabras de su director de Políticas Públicas, Nicolás Sánchez, con ello se abrieron oportunidades para todas las personas que necesiten generar ingresos de manera flexible e independiente y para aquellas que busquen una alternativa más de movilidad.
"Uber no es un enemigo de los taxistas”, dijo entonces el directivo de la aplicación a la par en que condenó cualquier hecho de violencia que pusiera en riesgo la seguridad de sus usuarios y conductores.
La escalada del conflicto ha sido tal que llegó hasta el atrio de Palacio Nacional, desde donde el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó la gravedad del problema.
"Es mucho más la propaganda en contra de lo que está sucediendo, están exagerando un poquito", dijo en su conferencia mañanera del pasado 25 de enero.
AMP