BilboT es un sistema que detecta las microexpresiones faciales de alumnos de secundaria y preparatoria con el fin de conocer si sufren depresión, ansiedad, bullying o déficit de atención.
La idea de crear este software surgió cuando Gilberto Saucedo y Deneb Carrillo, estudiantes de Mercadotecnia y Negocios Internacionales de la Universidad de Colima, tuvieron una experiencia como profesores de inglés para niños; ahí se dieron cuenta de la importancia del estado de ánimo en el aprendizaje de los alumnos.
“Uno de nuestros estudiantes casi siempre tenía un rictus triste, se veía decaído y no ponía atención en clase; al preguntarle qué le sucedía, nos compartió que pasaba por un episodio de violencia intrafamiliar y esta situación le estaba provocando un trastorno psicoemocional”, explica Gilberto.
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Según el Instituto de Educación Avanzada un alumno con problemas emocionales está “incapacitado para aprender”, pues no tiene la facultad de ejercer al 100% sus capacidades y habilidades, afectando directamente su rendimiento académico.
Con el apoyo de un equipo multidisciplinario, Gilberto y Deneb diseñaron este sistema con inteligencia artificial que sólo necesita una computadora con webcam para medir las microexpresiones faciales de los estudiantes conforme leen en la computadora ciertas situaciones o problemáticas que les puedan resultar empáticas o desconocidas.
“Luego de un mes de usar esta aplicación, el software es capaz de reconocer a qué niño está viendo y cuáles han sido sus expresiones faciales al usar la aplicación. De acuerdo a los resultados, BilboT categoriza sus estados de ánimo más frecuentes y genera un reporte para conocer si el alumno está en alguna situación de riesgo”, señala
BilboT debe su nombre al mítico personaje “Bilbo” del libro “El Hobbit”, de J.R.R. Tolkien, pero para hacerlo más genuino, el equipo le agregó la “t” al final como referencia al uso de la robótica y la tecnología.
Aunque este programa no resuelve el conflicto del alumno, funciona como asistente para que el maestro conozca la conducta psicoemocional de los estudiantes y puedan conseguir ayuda especializada en caso necesario.
Actualmente el equipo se encuentra en proceso de registrar la patente y están trabajando para conseguir la inversión necesaria para ofrecer BilboT en las escuelas.
La idea lleva en desarrollo apenas 8 meses y ya fueron reconocidos con el cuarto lugar del concurso Tsinghua-Santander World Challenges 2017, que tuvo como sede la Universidad Tsinghua en Beijing, China. Compitieron con más de 40 proyectos de todo el mundo y fueron evaluados por los directivos Santander, Beidou y Audi.
“Este reconocimiento es muy importante para nosotros porque aunque estamos en una etapa de testeo es una señal de que el proyecto funciona, tiene futuro y puede resolver una problemática a nivel mundial”, finaliza Gilberto.
REPL