En México, siete de cada 10 clientes de la banca se sienten vulnerables a ser víctimas de algún fraude a través de canales electrónicos para realizar transacciones y contactar con su banco, aseguró la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
De acuerdo con el estudio de Venta Online de Servicios Financieros, las personas que deciden utilizar internet para acceder a su banco aún temen a equivocarse al realizar transacciones como equivocarse en la cifra de envío o depositar alguna transacción a una cuenta que no querían.
“Es interesante como el miedo a los errores propios sigue existiendo, incluso temen que las wallets sean clonadas, que alguna persona tome el código para poder replicar los pagos y que de alguna manera no tengan control sobre esta nueva forma de fraude”, explicó Daniela Orozco, jefe de Investigación de Mercado de la AMVO.
Durante su presentación en el Open Finance, la directiva indicó que 50 por ciento de las personas que adquieren servicios financieros a través de internet temen el robo de su identidad, mientras que 51 por ciento tiene miedo de que su dinero quede desprotegido ante algún hackeo a la institución financiera o a sus aplicaciones móviles.
Con respecto a los aspectos que pueden afectar una experiencia de navegación online con el banco, los usuarios demandan comunicación entre los clientes y las instituciones financieras sobre las transacciones que se realizan y tener evidencia de los pagos, saldos, tardanza en navegación en la app o incluso que no sea intuitiva o no se actualicen en tiempo real.
“Existe una gran oportunidad de los servicios financieros por seguirse posicionando en un mercado que tiene mucho para dar a través del uso de billeteras electrónicas como PayPal, Mercado Pago o RappiCard para facilitar las compras en internet y tener control en los gastos sin depender de ir a algún lugar para transaccionar”, dijo.
Orozco reconoció que 52 por ciento de los usuarios en promedio se sienten seguros en utilizar canales digitales para acceder o contratar servicios financieros y se concentran entre los 18 y 44 años de edad, principalmente en estados socioeconómicos medios y altos, donde la mitad cuenta con un empleo formal.
MRA