Venta de libros disminuyó 50 % por cierre de negocios

Tener cerrada la tienda, las cuentas que se debían pagar y los pedidos de padres desesperados por obtener material para apoyar a sus hijos en sus estudios a distancia, fueron parte de la preocupación del gerente de una reconocida tienda de libros en

Arturo Juárez, gerente regional de la Editorial Trillas en Pachuca. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Los autos pasan por la calle Ignacio Allende, el sol se refleja en las vitrinas que protegen los estantes con libros, de diversos temas y autores, que esperan ser descubiertos por los paseantes que caminan por la acera.

Fue el pasado lunes cuando el Kiosco del Libro, ubicado en el centro histórico de Pachuca, pudo abrir de nuevo sus puertas después del cierre derivado de las restricciones sanitarias para contener los contagios de covid-19, y por ser considerada actividad no esencial.

“Lamentablemente ha sido una situación complicada y difícil lo del cierre. No hubo ventas y eso afectó muchísimo, porque cayeron al 50 por ciento, sobre todo la preocupación fue cubrir sueldos, pagar servicios e impuestos, un sin fin de gastos que van corriendo, como la misma renta y sin ingresos, eso preocupó mucho”, reveló Arturo Juárez, gerente regional de la Editorial Trillas en Pachuca.

Actualmente, la entrada de esta librería que llama a descubrir cada uno de sus títulos, cuenta con un tapete desinfectante, gel antibacterial y la solicitud de portar cubrebocas a todas las personas que ingresan al lugar, en donde todo luce impecable y en el que los libros son los protagonistas del Kiosco del Libro.

“La afectación de la pandemia ha sido general y, en nuestro caso, los libros no fueron considerados como primera necesidad, tampoco el hábito de la lectura y es de lo que dependemos, aunque continuamos vendiendo a través de las plataformas digitales de la editorial y se ofreció servicio a domicilio.
“Estuvimos trabajando a puerta cerrada y a través de las líneas telefónicas, pero afortunadamente no se sacrificó a ninguno de nuestros colaboradores porque es un equipo de ventas muy comprometido, además que se les hizo evaluación, pero todos cumplieron y están capacitados para seguir realizando su trabajo”, indicó.

Arturo refirió que, como responsable de la sucursal de esta importante editorial, la primera preocupación fue lograr la meta anual de ventas, “porque ante esta situación cómo lo íbamos a obtener, no se puede vender, las escuelas cerradas, además de que los clientes buscaban el material para apoyar a sus hijos e hijas en la tarea de que aprendieran en casa”, expuso.

El confinamiento, señaló, también ayudó a que las madres y padres de familia valoraran la labor educativa que se reciben en las escuelas, que ayudó que buscaran material de respaldo para lograr el cometido, aunque esto no elevó las ventas debido a la situación que envuelve aún a Hidalgo, a Pachuca, que provocó otras situaciones de preocupación.

“Como empleado fue difícil recibir la mitad del salario, porque la empresa no puede sostener los sueldos, se está en casa descansando sin hacer nada, recibes quincena a la mitad y con los mismos gastos del hogar, si es una cuestión desesperante, aunque lo que nos queda es que tuvimos salud, pero económicamente pasó a afectar”, concluyó.

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