La refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco será inaugurada el próximo 1 de julio. Es uno de los proyectos emblemáticos de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero también uno de los más polémicos. Estos son algunos de los pros y los contras del proyecto.
De acuerdo con especialistas, la nueva refinería ayudará a aumentar el proceso de crudo en el país y a elaborar más combustibles. Aunque no alcanzará para cubrir la demanda, la construcción de la refinería ayudará a disminuir las importaciones de combustible de las que México tiene una fuerte dependencia.
Dado el entorno actual de recuperación económico, y de precios altos del petróleo, los márgenes de refinación son mucho mejores de lo que fueron hace algunos años. En Estados Unidos las refinerías de la costa del Golfo de México pasaron en promedio el margen de refinación (ganancia) de 11 a 40 dólares.
El proyecto, como todas las obras, fue generador de empleo. De acuerdo con la Secretaría de Energía, para la construcción se generaron 200 mil empleos entre directos e indirectos.
La refinería no solo producirá gasolinas, además otros productos como gas LP, propileno para para ser utilizado en la industria petroquímica, butilenos y algunos otros productos como coque y azufre, así como turbosina y combustóleo en lotes en función de la demanda.
Con los precios actuales del petróleo, la iniciativa privada asegura que es bueno apostarle a ese energético y ayuda para el subsidio de los combustibles, así como evitar un aumento en la inflación.
No obstante, aunque ayudará con el proceso de 340 mil barriles de crudo diarios. La producción de gasolina no será suficiente y se continuará dependiendo de las importaciones de combustibles.
México no tiene buena experiencia con la refinación y en años pasados el Sistema Nacional de Refinación tuvo muchos problemas, con niveles de operación del 30 por ciento, por lo que no auguran que la refinería Olmeca sea la excepción.
Producir más combustibles fósiles es calificado como un retroceso a la tendencia mundial de la transición energética. El mundo está transitando a la electrificación, por lo que una nueva refinería va contra los compromisos contra un ambiente sano y la lucha contra el cambio climático.
Como lo previeron algunos especialistas, el costo de construcción de la refinería no se ajustó a los 8 mil millones de dólares que tenía planeado el gobierno. De acuerdo con la última cifra proporcionada por el Ejecutivo, la suma podría alcanzar los 12 mil millones de dólares.
Para algunos especialistas el proyecto no estará en operación comercial hasta 2026, lo que significa mucho tiempo y un mayor riesgo para dicho activo.
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