“La tecnología y la redefinición del futuro”

No podemos prever el tipo de desafíos que tendremos, pero lo que la pandemia nos enseñó que podemos prepararnos con innovación

Vladimiro de la Mora: Con estos desafíos, también afloran oportunidades. (Especial)
Vladimiro de la Mora
Ciudad de México /

La pandemia provocada por el covid-19 representa uno de esos desafíos que ponen a prueba nuestra capacidad de innovación a un ritmo vertiginoso: a la comunidad científica la ha forzado a trabajar aceleradamente para generar candidatos a vacunas y tratamientos; a los gobiernos los hizo agilizar procesos de atención y contención, tomando decisiones de salud pública, a pesar de la poca evidencia disponible; las industrias han tenido que adaptarse y generar nuevas formas de producción y de oferta y demanda; y, claramente, las personas, cuya cotidianidad ha sido modificada tan radicalmente, han debido desarrollar nuevas capacidades de liderazgo, empatía, solidaridad, resiliencia, entre otras.

Estamos ante escenarios que no habíamos visto anteriormente, en la mayoría de los negocios tenemos que ajustarnos a la nueva realidad del mercado. Un ejemplo de ello es el home office. Estos meses de trabajo en casa pueden ser un precedente para la forma de trabajar en el futuro, gracias a aplicaciones tecnológicas. Es el caso de la plataforma Asset Performance Management, que permite tener una visión general del estado de diversas instalaciones de manera remota. Los operadores, que en estos momentos no pueden evaluar las instalaciones en persona, pueden utilizar este sistema desde sus casas usando su computadora y acceder a modelos informáticos de activos físicos que les permiten evaluarlos como si estuvieran ahí.

“Esta crisis mundial nos ha dado una perspectiva de las prioridades que tenemos como negocio”

Con estos desafíos, también afloran oportunidades. Para quienes somos parte del entorno tecnológico-digital, esta contingencia nos ha permitido identificar nuevas formas de prestar servicios y aprovechar desarrollos. Nunca imaginamos que las plataformas para el monitoreo remoto de centrales de energía, servirían ahora para mantenerlas funcionando a pesar de la crisis sanitaria; nuestros motores de aviones no fueron diseñados para entregar equipos de atención médica y, sin embargo, han sido clave para ofrecer servicios indispensables para la salud de las personas en todo el mundo. Tampoco creamos nuestros equipos de ultrasonido específicamente para medir la capacidad pulmonar de las personas, pero han servido para evaluar el avance del virus en los pulmones de los pacientes y ayudar a los médicos de diversas partes del mundo a hacer mejores diagnósticos.

En México, como en otros países, el impacto del covid-19, afectó de forma severa a la industria de la aviación, donde 90 por ciento de la flota ha estado en tierra. Actualmente ya estamos en miras al regreso, y la gran pregunta es: ¿qué tan rápido sucederá esto? ¿Se sentirá confiada la gente en volver a viajar? La recuperación de la industria sabemos que será lenta y dependerá de cómo siga evolucionando la pandemia y la confianza de los pasajeros, pero esta pauta la va a marcar también la evolución de la ciencia.

Parte de esta innovación global también tiene su origen en México. Me gusta mucho poner de ejemplo nuestro Centro de Ingeniería Avanzada en Querétaro, con cerca de 2 mil profesionales en diversas ramas de la ingeniería y la tecnología.

El proceso de digitalización desarrollado en los últimos años en México ahora está permitiendo que diversas industrias se mantengan vigentes y esenciales en momentos críticos como el actual. El big data, la comunicación entre máquinas interconectadas, también está permitiendo el trabajo remoto y la reducción de costos de mantenimiento en diversas industrias, algo que es indispensable para miles de compañías que enfrentan las consecuencias económicas de esta epidemia.

En el sector salud, los servicios y productos tecnológicos más eficientes son y han sido fundamentales en los momentos de mayor riesgo para la vida de las personas. El abastecimiento de ventiladores para mejorar la capacidad pulmonar de los pacientes, o las aplicaciones y plataformas digitales para dotar de energía a hospitales o a las industrias que proveen servicios y productos de primera necesidad.

La inteligencia artificial dentro del sector salud ahora permite la detección temprana de enfermedades crónicas, mientras que la manufactura aditiva está abriendo un nuevo campo, dado que los especialistas y doctores pueden imprimir modelos 3D de órganos para precisar diagnósticos y operaciones en los pacientes.

De hecho, el área de salud está ya aprovechando el potencial de esta tecnología en México y abrirá su primera planta multimodal de impresión en 3D en Monterrey para fines de 2020.

“En la mayoría de los negocios tenemos que ajustarnos a la nueva realidad del mercado”

Algo positivo que yo vería en todo esto, es la posibilidad que nos da para redefinir los negocios, incluyendo la entrega de valor al cliente, definir nuevos criterios en conjunto de lo que será “ganar”, y trabajar directamente con ellos para entender en dónde podemos contribuir en cada uno de sus segmentos y cómo nuestra tecnología les puede ayudar a resolver necesidades y superar sus resultados. Asimismo, repensar cuáles serán nuestras cadenas de valor, cómo serán sus nuevos procesos y aprender de los riesgos que se presentarán en esta “nueva normalidad” que no podemos ignorar.

Esta crisis mundial nos ha dado una perspectiva de las prioridades que tenemos como negocio. Desde 2019, seguimos apostando por tres pilares que no cambian incluso en este contexto: que la gente pueda seguir operando de manera segura, la entrega y operación con los clientes, y el fortalecimiento de la empresa a escala global.

Está claro que no podemos prever el tipo de desafíos o de futuras contingencias, pero lo que la pandemia nos ha enseñado es que podemos prepararnos con la tecnología y la innovación que nos permitan adaptarnos y continuar funcionando en los aspectos más básicos y esenciales: la salud, la energía y el transporte.

Lo que pasará en los próximos meses determinará los escenarios que dicten el rumbo de la productividad y de la “nueva normalidad”. Se puede crear una vacuna que se produzca en masa y que esto nos permita regresar a la normalidad más pronto.

En conclusión, y de manera muy personal, he aprendido a aceptar esta nueva realidad que vivimos, estoy seguro que se tendrá que redefinir lo que es ganar con nuestros clientes, y ejecutar un nuevo plan para entregarles lo que están esperando de nosotros.

Los desafíos pueden cambiar, pero la forma en la que percibimos y aprovechamos la tecnología es lo que trasciende y permanece.

Esto es lo que creemos desde hace más de 124 años de permanencia en México, y esta coyuntura nos dio la oportunidad de ponerlo aún más al servicio de todos los habitantes de México y del mundo. 

Perfil Vladimiro de la Mora

Ingeniero mecánico por la Universidad de las Américas en Puebla, cursó la maestría en Administración en el Tecnológico de Monterrey en Guadalajara y cuenta con una maestría en Dirección de Negocios en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (Ipade). Con más de 27 años de experiencia desarrollando tecnología, ingresó a GE en 2006.

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