Wolfsburg es conocidad como la capital de Volkswagen, donde la marca tiene un museo secreto que recibe el nombre de Stiftung el cual resguarda los modelos, prototipos o ideas que se propusieron pero jamás vieron la luz por extraños motivos. Te presentamos algunos de ellos, de acuerdo con una selección de soloautos.mx
Volkswagen EA 48 de 1955
Tenía un gran parecido con el Mini que la marca Austin lanzara hacia finales de los 50, pues representaba la idea de lanzar un auto que por tamaño, desempeño y precio, estuviera por debajo del popular vocho.
Estaba concebido como un auto de tracción delantera, monocasco y un esquema de suspensión delantera independiente similar al MacPherson, algo que era totalmente inaudito para la época.
También fue el primer modelo diseñado por la marca sin la pluma de Porsche y el motor elegido era básicamente la mitad del motor del Sedan, un 2 cilindros bóxer de 0.7 litros con 18 caballos.
Volkswagen EA 128 de 1963
Este modelo representa la búsqueda de la marca y su cada vez más estrecha relación con Porsche, para moverse a a segmentos más lujosos.
Es un sedán familiar de cuatro puertas con formas muy cuadradas pero que destaca particularmente por echar mano del mismo motor bóxer de 2.0 litros que montaba el 911, con 89hp y una velocidad tope de 160 km/h.
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Nunca tuvo la aprobación pues los ejecutivos de la marca dudaban de que el público aceptara un modelo lujoso de la marca con el “auto del pueblo”.
Volkswagen EA 276 de 1969
Así nació el modelo más importante de la marca en todos los tiempos: el Golf. Este prototipo, que nacería con la idea de reemplazar al popular vocho, sentó las bases conceptuales del hatchback, que luego sería superado por el trazo del reconocido Guigiaro para el Golf original.
El EA 276 continuaba con el mismo motor enfriado por aire del vocho, aunque colocado al frente y con tracción delantera, a pesar de que la marca ya había trabajado con motores refrigerados por agua.
Volkswagen ESVW I de 1971
El departamento de Transporte de Estados Unidos, contó con varios fabricantes aliados para desarrollar un auto “a prueba de muertes”, por lo que la marca concibió este estilizado sedán a principios de los años 70s.
La meta era un auto capaz de mantener a sus pasajeros seguros aun y en accidentes a altas velocidades, no importando el costo o qué tan poco agraciado fuera.
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Este concepto tenía, por ejemplo, una estructura frontal de plástico para absorber los impactos, además de un tablero de materiales suaves y absorbentes para la protección interior.
VW Combi (T2) GT70 de 1972
No se trata de una Combi deportiva, sino de un modelo experimental que equipaba una turbina de gas con la idea de ofrecer una opción diferente a los motores convencionales.
Fue desarrollado en conjunto con la empresa americana Williams Research Co., y era mucho más eficiente, por lo que incluso se evaluó llevarlo a producción masiva.
Generaba 74hp, ocupaba menos espacio en el interior del vano motor, aunque era más pesado y costoso de producir, por lo que el proyecto no fue autorizado.
Volkswagen Plattenwagen de 1973
A falta de montacargas en la planta de Wolfsburg, el Plattenwagen fue desarrollado en 1946 por los propios empleados de la planta como un vehículo de apoyo para la línea de producción.
Tomaron como base el chasis del vocho, le colocaron una plataforma y una cabina montada sobre el eje posterior para tener control sobre la carga.
Se fabricaron cerca de 30 unidades entre 1946 y 1973 y sí cumplieron con la tarea de llevar componentes y hasta repartir te entre la línea de producción.
VW Hormiga de 1973
La idea de este modelo era la de ofrecer un camión de bajo costo para mercados emergentes, con objeto de ser simple y fácil de reparar.
Se le denominó como Hormiga o Basis-Transporter y el prototipo que se muestra en el museo echa mano de un cuatro cilindros tipo bóxer enfriado por aire y colocado debajo de la cabina para aprovechar la parte trasera de carga al máximo.
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Estos modelos era fabricado en Hanover, Alemania y Puebla, México, y eran vendidos como kits para ensamblar. Al final se vendieron cerca de 6,200 unidades.
Volkswagen Combi T2b Open Air de 1973
Se trata, tal cual, de una Combi a la que se le cortaba el techo por completo para poder disfrutar del cielo abierto y fue construida para un programa de televisión germano llamado Ein Platz an der Sonne (Un lugar en el Sol).
Su pérdida de rigidez estructural, a pesar de lo lindo de la experiencia de manejo, no le permitió venderse nunca al público general.
Hoy en día, en la planta de Puebla de VW, se dan recorridos por la misma en unidades como esta.
Volkswagen Passat GTI de 1977
El éxito del GTI permitió a VW darse rienda suelta con futuros proyectos de autos bajo el mismo concepto, y así nació esta idea de concebir una familia completa de GTI. Dos años después producirían este familiar experimental.
El Passat GTI utilizaba el mismo 4 cilindros de 1.6 litros y 108 hp del Golf con ajustes importantes en la suspensión por lo que, a pesar del mayor peso, el desempeño era fascinante.
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Aun así, el proyecto fue cancelado porque no veían un familiar deportivo, aunque su motor terminaría en el modelo GLI, pensado para la comodidad.
Vocho con motor de Polo de 1984
Volkswagen sabía que las regulaciones de emisiones en los países de primer mundo terminarían matando al motor del vocho, por lo que hizo varios experimentos para ofrecer un Sedan con motor refrigerado por agua a inicios de los 70.
Para 1984 lograron acomodar un 4 cilindros de 1.0 litros con 44hp procedente de un Polo y fue desarrollado en la planta de Puebla de la marca, con soluciones poco ortodoxas, como colocar el radiador en el piso del auto protegido por una gruesa placa de metal para protegerlo.
Ese motor, fue instalado en la Combi poco después, pero el vocho mantuvo su motor enfriado por aire, hasta el final de su producción.
Volkswagen Jetta IRVW III de 1984
Este Jetta de segunda generación representa un laboratorio sobre ruedas para la marca, pues incluía bajo el cofre un potente motor experimental turbocargado diésel de 1.8 litros que entregaba 178hp, muy por encima de los 78 caballos que ofrecían en ese momento los motores diésel de la marca.
Con ese motor y algunos ajustes en el bastidor y suspensiones, este Jetta era capaz de rodar por encima de los 200 km/h en las autobahn alemanas, un dato sobresaliente para la época.
Volkswagen Vario I de 1990
Este auto era un experimento para ofrecer a los clientes de la marca un modelo capaz de salir a disfrutar del aire libre sin comprometer su manejo y desempeño, pues se basaba en el Golf de segunda generación.
La carrocería era de plástico y, como particularidad, además del característico diseño, es que el equipo de sonido era portátil para llevar la música hasta la orilla del mar.
GGA