Wells Fargo superó las expectativas de Wall Street sobre sus ganancias durante el segundo trimestre, al liberar mil 600 millones de dólares en fondos reservados para cubrir préstamos de mala calidad.
Wells Fargo ha estado operando bajo un estricto escrutinio regulatorio desde 2016, cuando los detalles que surgieron de un escándalo de ventas llevaron a la salida de dos ejecutivos principales y le costaron al banco miles de millones de dólares en litigios y gastos de remediación.
Según una orden impuesta por la Reserva Federal en 2018, el banco no puede dejar que sus activos superen los 1,95 billones de dólares.
Sin embargo, Wells Fargo comenzó a frenar los costos este año, lo que indica que finalmente puede estar saliendo del episodio que lo ha perseguido durante casi cinco años.
El cuarto mayor prestamista de Estados Unidos registró una utilidad de 6 mil millones de dólares, o 1.38 dólares por acción, en el último trimestre, frente a una pérdida neta de 3.850 millones de dólares, o 1,01 dólares por acción, un año antes.
El promedio de los analistas esperaba un beneficio de 97 centavos por acción, según las estimaciones de Refinitiv.
"Wells Fargo se benefició de la continua recuperación económica, de la solidez de los mercados, que ayudó a impulsar las ganancias en nuestros negocios de capital riesgo afiliados, y de nuestros progresos en la mejora de la eficiencia", dijo el presidente ejecutivo Charlie Scharf.
"Los vientos en contra de las bajas tasas de interés y la escasa demanda de préstamos se mantuvieron", añadió. Los ingresos totales aumentaron 11 por ciento, hasta los 20 mil 270 millones de dólares.
MRA