El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por su sigla en inglés), expuso que es prioritario que la industria ayude a la prevención del comercio ilegal de vida silvestre.
En un comunicado, el organismo indicó que tendrá nuevas directrices para trabajar de manera coordinada y hacer frente a la problemática global.
Las nuevas directrices del WTTC se realizaron con el apoyo de Animondial, un asesor clave de la industria mundial de viajes sobre el bienestar animal en el turismo.
De acuerdo con las directrices, los viajeros a menudo participan, aunque sin saberlo, en el movimiento ilícito de animales, plantas y productos hechos de ellos, y de especies silvestres que están amenazadas, en peligro y protegidas por el derecho nacional o internacional.
“El desafío es equilibrar el turismo con entornos frágiles donde la vida silvestre está en riesgo y los animales son mantenidos y explotados en cautiverio”, dijo la instancia.
El mercado ilícito está valuado entre 8 mil y 23 mil millones de dólares anualmente, con más de 38 mil especies vegetales y animales amenazadas por la sobreexplotación y la extinción.
“El Consejo Mundial de Viajes y Turismo y sus miembros están decididos a ayudar en la lucha para erradicar el comercio ilegal de vida silvestre. Como sector, tenemos la responsabilidad de abordar esta actividad que causa daños a innumerables animales, poniendo en riesgo a especies y ecosistemas enteros”, dijo Virginia Messina, vicepresidenta Senior del WTTC.
Destacó que las prohibiciones generalizadas de viajar y las restricciones impuestas durante la pandemia de covid-19 llevaron a una disminución significativa en los fondos para los esfuerzos de conservación y un aumento en las actividades de caza furtiva. Agregó que los programas de lucha contra la caza furtiva se han quedado sin fondos en los últimos 18 meses.
El plan propuesto por el organismo vislumbran la adopción de los principios defendidos por las Directrices de Bienestar Animal de ABTA; promoción de actividades responsables de viajes y turismo con animales; prácticas respetuosas de observación de la vida silvestre y mejores estándares de bienestar (incluido el no contacto directo iniciado por el hombre con, o la alimentación de, animales salvajes); así como desalentar a los proveedores de obtener animales de la naturaleza, a menos que haya una necesidad de conservación demostrable y justificable.
“A pesar del apoyo de muchas empresas de viajes y turismo en la protección de especies animales y vegetales amenazadas de extinción, todavía se puede hacer mucho más para aumentar el respaldo del sector en esta lucha”, finalizó.
AMP