Nueva York prevé recaudar 365 millones de dólares al año por la expansión del llamado 'impuesto a la mansión', el cual se cobra una sola vez sobre las ventas residenciales a inmuebles con precios que superan el millón de dólares, así como un mayor impuesto de transferencia.
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El recién aprobado presupuesto establece una nueva escala del 'impuesto a la mansión', de 1 por ciento para residencias de un millón de dólares, 1.25 por ciento para aquellas que van 2 a 3 millones, y de hasta 4.15 por ciento para las que tienen precios de más de 25 millones.
Se prevé que el nuevo impuesto genere mayor presión sobre el mercado inmobiliario de Manhattan, donde las ventas de bienes raíces cayeron tres por ciento en el primer trimestre del año, según un reporte de Douglas Elliman and Miller Samuel.
Con esta caída, las ventas de bienes raíces de Manhattan suman seis trimestres consecutivos a la baja, la desaceleración más larga en las tres décadas que la firma Douglas Elliman and Miller Samuel lleva recolectado datos.
GGA